Una panadería de La Plata le vende a los abuelos a mitad de precio

El dueño sostiene que es una forma de devolver todo lo que recibió del oficio. La iniciativa fue bien recibida por los vecinos.

Luis junto a un cliente. (G. Calvelo)
Luis junto a un cliente. (G. Calvelo)

Los dueños de una panadería de La Plata comenzó a implementar precios especiales para jubilados porque veían a los abuelos "contar las monedas" para poder comprar el pan, galletas o facturas. La propuesta lleva cuatro días y fue bien recibida por los vecinos.

El local se encuentra en diagonal 73 y calle 2 cerca de Plaza Matheu y sus dueños son la familia Ferrer. En el lugar trabajan 36 personas y todos juntos avalaron la propuesta de vender a los adultos mayores con un 50% de descuento. De esta manera el precio del pan para ellos es de $30, la docena de facturas 50 y el kilo de cualquier tipo de galletas $90, según informa El Día.

En el barrio hay mucho jubilados y el dueño de la panadería, Luis Ferrer, se puso en el lugar de ellos que no pueden trabajar para juntar más dinero y por eso llevó esta propuesta a su hijo. "Vienen muchos abuelos más y lo agradecen. Yo vengo de la calle y se lo que hay que batallar para conseguir algo para comer. Vendemos a otro precio porque buscamos conseguir recursos para producir más", detalló Grillo.

Pero estos precios especiales no es lo único que hacen desde este local para ayudar a los que más los necesitan: abrieron una escuela, en 97 entre 115 y 116, para que chicos en situación vulnerable o en situación de calle aprendan el oficio y tengan herramientas para abrirse camino en la vida trabajando. Y al mismo tiempo colaboran con organizaciones sociales como Techo y el hogar del Padre Cajade.

Si bien ahora cuentan con la espalda suficiente para afrontar estas cosas, en un principio no fue así. “Ahora viene mucha gente, y vemos cómo el trabajo intenso, parejo y con buenas intenciones tiene sus frutos, porque la clientela ha crecido exponencialmente”, precisó el dueño.

Todas estas acciones solidarias son para "devolver toda la ayuda" que Luis recibió en su vida. Está en el mundo de la panadería desde los 12 porque lo invitaron a que aprenda el oficio para poder salir de la calle. Aprovechó esta oportunidad y luego de varios emprendimientos ahora puede darle una mano a quienes atraviesan la misma situación que él de chico.

Además, todos los días, de 19 a 21, la familia Ferrer regala el pan que le queda a los más necesitados: "En este local no se raya lo que queda, se entrega a quienes no pueden comprarlo". Y al mismo tiempo señaló que por día convidan entre 80 y 100 kilos de torta fritas.