De acuerdo a los datos de la Dirección de Hidrometeorología de la ciudad, los vientos alcanzaron los 95 kilómetros por hora. Las ráfagas causaron serios destrozos en toda la ciudad, arrancando ramas, derribando árboles, volando tanques de agua y causando daños en los techos.
Así fue como el edificio de la Facultad de Ingeniería, en 1 entre 47 y 48, se vio seriamente afectado por ráfagas de viento las cuales causaron que una sección del techo que cubre el patio interno del histórico edificio fuera arrancado.
Una parte del recubrimiento de acrílico que cubre el pequeño patio de galerías que caracteriza al edificio se voló y cayó justo delante de la construcción.