En medio de la crisis económica, en la seccional platense de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) comenzaron a realizar protestas en obradores por diversos reclamos. Los gremialistas que se movilizaron en La Plata lo hicieron bajo el paraguas de la defensa de los derechos de los trabajadores y paralizaron una obra en calle 11 entre 38 y 39 del Barrio Norte platense.
La intervención, a cargo de Carlos Vergara, hombre de máxima confianza del dirigente nacional y caudillo gremial Gerardo Martínez, retomó las prácticas del detenido Juan Pablo "Pata" Medina quien tomaba obradores por reclamos laborales, para luego exigirle a los empresarios para que contrataran el servicio de viandas de su empresa familiar.
El conflicto entre el gremio y el empresariado no es nuevo: el 26 de septiembre de 2017, Medina fue detenido y procesado por varios delitos, entre los que se destaca el de ser el presunto jefe de una asociación ilícita. Tras la turbulencia, su lugar fue ocupado por Vergara, que cerró la sede histórica que el gremio poseía en avenida 44 entre 4 y 5, y se mudó el comando gremial a calle 50 entre 3 y 4.
Antes de llegar a La Plata, Vergara encabezó otras intervenciones. En 2008, fue enviado a la sede en Quilmes luego de que los sectores liderados por Juan "El Lagarto" Olmedo se tirotearan con sus pares de Lomas de Zamora, fue tras una puja interna por el poder en la delegación lomense que derivó en un enfrentamiento a tiros, en pleno centro de esa ciudad, con un saldo de al menos cuatro heridos. En aquel momento, Olmedo buscaba la reelección en su cargo.
En 2013, fue enviado como interventor a la UOCRA Rosario y mediador en la seccional San Lorenzo, donde se registraron denuncias por irregularidades de todo tipo. Hace meses, dos colaboradores de su gestión fueron baleados, uno de ellos murió.