Su interés en la química forjado durante su formación de nivel secundario en la Escuela de Minas “Dr. Horacio Carrillo” la condujo a ingresar a la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu), donde además de ratificar su vocación descubrió que la ingeniería química “no solo es laboratorio, sino más que nada es proceso”, y en su caso particular, un trayecto que la llevaría a lograr su graduación nada menos que con un significativo aporte a la industria cementera.
“Desarrollo conceptual de la optimización de Clinker Ars Bajo Álcalis para la obtención de Cpp 40 (Ars) en la Planta Holcim de Puesto Viejo – Jujuy” es el complejo título del proyecto final de grado que defendió Verónica Raquel Guitian en su condición de estudiante de la carrera Ingeniería Química.

“Elegí esta carrera porque hice todo el secundario en la Escuela de Minas, entonces siempre estuve muy involucrada con la química, desde los doce años estuve en un laboratorio. Pero cuando elegí Ingeniería Química, no sabía que no tan solo era laboratorio, sino que más que nada es proceso, y cuando fui descubriendo eso, me fue gustando cada vez más la carrera”, confiesa la nueva ingeniera egresada de la UNJu.
DEL AULA AL FUTURO, UN TRAYECTO EXITOSO POSIBLE
El trabajo que la condujo a su graduación tuvo origen durante una pasantía que cursó en la empresa Holcim, donde comenzó a involucrarse en la identificación de los problemas en el proceso de producción.
“Cuando entré como pasante en la empresa -relató Guitian-, una de mis tareas era identificar qué estaba pasando, identificar el problema. Me centré en eso, me gustó empezar a avanzar, y como la empresa tenía urgencia también para solucionar este inconveniente, me dediqué de lleno a ese tema”.
Esa dedicación inspiró su proyecto final de grado, que estuvo enfocado en optimizar un componente principal y material precursor del cemento denominado “clinker”. El objetivo era obtener un cemento especial de mayor calidad.
“Este clinker tiene propiedades especiales que en determinado momento comenzaron a presentar un incumplimiento. Entonces lo que hice fue cambiar la materia prima del clinker para que la empresa pueda producir este cemento premium y, a la vez, mantenerse en el mercado del norte argentino”, explicó.
Planteado el propósito, se realizó un estudio exhaustivo de la materia prima disponible en la cantera, evaluando su capacidad de sustituir los materiales que se venía utilizando.
Los resultados fueron altamente favorables -resaltó una fuente de la Facultad-: se logró la sustitución con mejora en las resistencias del cemento, viabilidad económica, consumo térmico constante, estabilidad en los costos energéticos y un impacto ambiental positivo, destacando la reducción de 5 kg de CO₂ por tonelada de cemento fabricado.

La estudiante llevó a cabo su trabajo final bajo la dirección del ingeniero David Alejandro Blasco y la codirección de las ingenieras Edith Amalia Gareca y Estefanía Nazario, en tanto que el tribunal evaluador del proyecto estuvo integrado por las ingenieras Teresa Antequera y Margarita Ivanovich y el ingeniero Julio César Ábalos.
CAMPO LABORAL PARA LA QUÍMICA
Mientras cursaba la carrera, Verónica participó en un Congreso de Ingeniería Química realizado en Jujuy. Esa experiencia “marcó su interés profesional, hasta finalmente obtener las pasantías en Holcim, las cuales representaron un impulso decisivo para su desarrollo académico y laboral. Actualmente se desempeña como Técnica de Laboratorio en el área de Control de Calidad de la empresa Holcim”, destacó la Facultad de Ingeniería.
En ese plano, y con base en su propia experiencia, la flamante profesional alentó a los estudiantes universitarios a “que se reciban, que antes de trabajar terminen con la facultad” por cuanto “hay mucho campo de acción, cada vez son más las empresas que están abriendo acá” en Jujuy y requieren recursos humanos calificados.
Con respecto a su especialidad, Guitian puso en relieve que la ingeniería química abarca diversas áreas: “Hay mucha oferta (de formación) ahora, cada vez se está abriendo más”, de manera que ”la clave está en identificar si realmente interesa trabajar en un laboratorio o en proceso, porque tiene mucho campo de acción la carrera”, subrayó.

































