Un Centro de Interpretación Arqueológica destinado al turismo y al desarrollo de las investigadores en el lugar se construirá en la localidad Abdón Castro Tolay, antiguamente denominada Barrancas y ubicada en la Puna.
El proyecto demanda una inversión de 37 millones de pesos y se materializará en el marco del Programa de Desarrollo de Corredores Turísticos impulsado por la Secretaría de Turismo de la Nación.
"Se trata de un proyecto novedoso y muy valioso porque se pone en valor la importancia arqueológica de la provincia", destacó la directora provincial de Patrimonio, Valentina Millón.
Además de ser un punto de interés turístico en esa región por los fantásticos paisajes conformados por marcados acantilados y singulares valles, recientemente la localidad cobró notoriedad por el hallazgo de una momia que mediante radiocarbono fue datada con una antigüedad de 8.770 años, lo que ubica a los restos "en las primeras migraciones de pobladores humanos a esta región del continente", tal como informó el doctor Hugo Yacobaccio, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científica y Técnicas (CONICET), responsabe del equipo que realizó el hallazgo.
"Jujuy está denominada capital arqueológica del país porque tiene riqueza de todo tipo, arqueológica o paleontológica en toda su extensión", remarcó Millón.
El proyecto del Centro de Interpretación Arqueológica, actualmente en proceso de licitación pública nacional, se ejecutará en aquella localidad situada a 184 kilómetros al noroeste de San Salvador de Jujuy, en el departamento Cochinoca.
"El Centro de Interpretación tendrá un plazo de construcción de nueve meses y comenzará a principios del año próximo", informó la funcionaria y añadió que este espacio favorecerá la labor de los equipos que trabajen en la zona ya que va a contar con la infraestructura básica.
"Este espacio permitirá conocer la historia del lugar, su riqueza, además que por otro lado se va a poder realizar las investigaciones arqueológicas", explicó.
En ese sentido, detalló, se va construir un área de resguardo y un laboratorio "para que los investigadores que estén cerca del lugar puedan tener un espacio de base para desarrollar sus investigaciones".
El proyecto se inscribe en el Programa de Desarrollo de Corredores Turísticos, por el cual resultó beneficiado con un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).