La familia Valdéz, con domicilio en Libertador General San Martín, protagonizó una cinematográfica experiencia, no exenta de ribetes dramáticos, para lograr que uno de sus miembros sea recibido en un hospital de la capital provincial, según relatan medios de la región.
Después de haber sido atendido en una clínica privada de su ciudad afectado por severas dificultades respiratorias, un hombre mayor de edad presuntamente contagiado con coronavirus y sus familiares habrían realizado infructuosos llamados a los números de contacto dados a difusión por las autoridades sanitarias de la provincia.
"Hace siete días que está mal mi papá. Llamamos y nunca atendían. Decían 'llamá, llamá…' y nunca llego nadie aquí por mi papá", se quejó uno de los hijos del hombre.
Ante esa situación y dado el grave cariz que tomaba la situación por el paso de los días sin un viso de solución, apelando a la inventiva y conociendo la normativa vigente en materia del aislamiento social preventivo y obligatorio, se decidió a tomar cartas en el asunto y actuar.
De acuerdo a las versiones publicadas, el joven trabaja en una empresa de servicios sociales, por lo que recurrió a sus empleadores para conseguir un vehículo en el cual trasladar a su padre hacia San Salvador de Jujuy, en busca de atención médica especializada.
Pero no sería un vehículo común, sino que pidió un coche fúnebre, con el cual pensó que podría atravesar sin mayores inconvenientes los retenes de control con los que pudiese toparse en la ruta.
Además, para que el procedimiento se vea ajustado a las circunstancias, antes de ponerse al volante del choche fúnebre se equipó con la ropa y protecciones que marcan los protocolos de bioseguridad para el rubro sepelios.
Según los medios, el paciente quedó internado en el hospital "San Roque", donde es atendido por el diagnóstico de Covid-19 positivo.