El Papa Francisco está siendo diagnosticado con una “neumonía bilateral de carácter complejo”, lo que ha generado dudas sobre su capacidad para continuar liderando la Iglesia Católica.
Lo cierto es que Jorge Bergoglio ha señalado en diversas entrevistas que firmó su carta de renuncia en 2013, poco después de asumir el papado el 13 de marzo de ese año, y que, en caso de no poder continuar, la presentaría sin dudarlo.

El documento está en posesión del cardenal Tarcisio Bertone, quien era secretario de Estado del Vaticano en ese momento. Se cree que, actualmente, la carta estaría en manos de su sucesor, Pietro Parolin.
“Ya he firmado mi renuncia. El secretario de Estado en ese momento era Tarcisio Bertone. Lo firmó y dije: ‘Si sufriera una discapacidad por razones médicos o lo que sea, aquí está mi renuncia. Ahora alguno irá a pedírselo a Bertone: ¡Deme el papelito!’”, explicó, entre risas, en una entrevista con el diario español ABC, a finales del año 2022.
El motivo por el que el Papa dejó la carta de renuncia
El líder de la Iglesia Católica asumió el papado después de la renuncia de Benedicto XVI, quien falleció el 31 de diciembre de 2022. Benedicto XVI fue el primer papa en renunciar en los últimos 600 años.
Desde entonces, Jorge Bergoglio ha mencionado en diversas ocasiones que podría seguir el ejemplo de su antecesor, Benedicto XVI, y renunciar en caso de que su salud le impidiera cumplir con sus funciones habituales.
En cada hospitalización que ha tenido, le han preguntado sobre la posibilidad de renunciar, pero él siempre ha restado importancia a esa opción. Esto ocurrió, por ejemplo, cuando sufrió dolores persistentes en las rodillas que le dificultaban caminar con normalidad y tuvo que usar una silla de ruedas para moverse.

“Se gobierna con la cabeza, no con la rodilla”, fue su respuesta en aquella ocasión, y añadió que las renuncias no deben convertirse “en una moda”.
“Es cierto que escribí mi renuncia dos meses después de la elección y entregué esta carta al cardenal Bertone. No sé dónde está esta carta. Lo hice por si tuviera algún problema de salud que me impidiera ejercer mi ministerio y no estuviera del todo consciente como para renunciar”, dijo el Papa Francisco.
Aunque aclaró en otra entrevista: “Esto no significa en absoluto que la dimisión de un Papa deba convertirse, digamos, en una moda, en algo normal. Benedicto (XVI) tuvo el valor de hacerlo porque no tenía ganas de continuar a causa de su salud. Por el momento no lo tengo en la agenda. Creo que el ministerio del Papa es ad vitam (para toda la vida)”.