Nuevamente, las versiones encontradas de uno y otro bando y los enfrentamientos que hacen que las hostilidades se mantengan al máximo nivel: esa es la actualidad de la guerra entre Rusia y Ucrania, a poco de cumplirse 1 año y medio de iniciarse.
Este martes, tanto Moscú como Kiev se acusan mutuamente de haber sido el otro el responsable de la destrucción parcial de la represa hidroeléctrica de Kajovka, ubicada en ka región de Jersón, una zona clave en el conflicto.
Ante esta destrucción, se produjo un derrame de agua que se precipita sin control por al menos 24 pueblos, que resultan afectados y están inundados.
Desde Ucrania denunciaron lo sucedido como un “crimen de guerra”, que podría llegar a afectar a unos 16.000 residentes. Al mismo tiempo, desde Rusia sostienen que fueron los ucranianos los que realizaron “múltiples ataques” en esa zona.
Por su parte, la noticia se dio a conocer a través de la televisión de Ucrania, que informó: “Hasta ahora, 24 localidades en Ucrania han sido inundadas. El ministerio del Interior ya ha evacuado a unas mil personas. La evacuación continúa”.
El responsable de la administración militar de Ucrania, Oleksander Prokudin, comentó que varios pueblos están “completamente o parcialmente inundados” y que “unas 16.000 personas se encuentran en la zona crítica en la orilla derecha de la región de Jersón”.
Entretanto, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, convocó de forma urgente a su Consejo de Seguridad. Y el consejero de la presidencia, Mijailo Pololiak, denunció: “El objetivo de los terroristas es evidente: crear obstáculos para las acciones ofensivas de las fuerzas armadas” ucranianas.
Sin embargo, desde el Kremlin afirman que fue Kiev quien realizó “múltiples ataques” en la región de la represa de Kajovka.