Otro drama, con el bullying como el principal actor, es el que se dio en los Estados Unidos con un niño de 6 años, Dominick Krankall.
A su vez, la madre de Dominick aseguró que el ataque contra su hijo fue premeditado. Todo sucedió cuando el infante estaba jugando en su casa de Connecticut, y en ese instante el niño que vivía debajo de él gritó su nombre. A posteriori, Dominick fue a ver al menor, de 8 años, que lo llamó, y allí sucedió el horror: el chico, su vecino, le arrojó una pelota de tenis en la cara, previamente empapada de gasolina y prendida fuego.
El bullying ya databa desde hacía un tiempo
La familia de Dominick detalló que el vecino, de 8 años, ya le hacía bullying a su hijo desde hacía más de un año.
“Tan pronto como bajó las escaleras, el matón lo llamó por su nombre y lo atrajo a la vuelta de la esquina”, describió la hermana de Dominick, Kayla Deegan,
Para luego relatar la dramática reacción de su hermano: “Y en cuestión de segundos volvió a doblar la esquina, gritando, diciendo: ‘¡Mami, me prendieron fuego! ¡Me prendieron fuego!’”.
Las consecuencias del ataque al nene de 6 años
Este ataque a Dominick le causó quemaduras de segundo y tercer grado en el rostro y en sus piernas, manteniendo la mayor parte del cuerpo del menor vendado por la hinchazón.
A su vez, las autoridades de Bridgeport señalaron que “hasta cuatro niños fueron vistos jugando con gasolina y prendiendo fuego a objetos”.
“Actualmente, el incidente aún está bajo investigación en cuanto a la causa exacta de las lesiones por quemaduras por parte de la Policía de Bridgeport, los Equipos de Investigación de Bomberos y Bomberos del Estado de Bridgeport”, se relata en el informe.
Cabe mencionar que hasta el momento, ni el niño agresor ni la familia de él fueron identificados de manera pública.
Lo que dijo la mamá de Dominick tras el ataque a su hijo
Maria Rua, la madre de Dominick, afirmó que sobre el ataque con la pelota: “Se la arrojaron a Dominick y lo dejaron afuera solo para que muriera”. Y agregó que el agresor “arrojó a propósito una pelota saturada de gasolina que prendieron fuego en la cara de mi hijo”.
Pero este ataque no es el primero que sufre el menor. Ya previamente, este chico de 8 años, envió al hospital a Dominick tras provocarle una conmoción cerebral, al empujarlo contra una pared y tirarlo al suelo, aproximadamente dos meses atrás.
Por su parte, el infante agredido está siendo tratado en el Hospital Bridgeport y según las declaraciones de su madre, esperan una pronta recuperación.