“Cuchu” es una usuaria española de Twitter que vivió una particular situación con “Monchis”, su gato, que se escabulló por un hueco que hicieron los obreros en el baño de su casa. Pero el problema no fue ese, sino que los trabajadores taparon el agujero sin percatarse de la presencia del animal en el interior.
“Son las 2 de la mañana y yo me meto en la cama después de haber reventado el baño q han estado todo el día arreglando los obreros... porque se había dejado a mi gato dentro”, escribió la joven, junto a dos fotos que la mostraban en plena acción, martillo en mano, rompiendo la pared de la bañera.
En una de las imágenes se ve asomar la cabeza del pequeño felino de color amarillo, con cara de miedo por la espantosa situación que le tocó vivir.
Pasado el susto, la española contó los detalles cómicos de la búsqueda como, por ejemplo, la respuesta de sus padres, que no entendían qué era lo que había sucedido con el animal. “Yo llorando, despertando a mis padres y diciéndoles que el gato está encerrado dentro de la bañera: mi madre preguntando si se ha ahogado, mi padre preguntándose cómo la he cerrado si la nuestra es una bañera normal”, describió la joven.
Monchis, el travieso
Ante los comentarios de los usuarios en contra de los albañiles, acusándolos de haber sido “descuidados”, la misma dueña de Monchis explicó por qué la responsabilidad no era en absoluto de ellos: “¿Podéis, por favor, dejar de cagaros en los muertos de los obreros, que no tienen culpa de nada? ¿Cómo cojones se te va a ocurrir que cuando te has despistado se ha metido un gato por el agujero de 15x15cm de la obra?”, enfatizó.
Además, recordó que no es la primera vez que el gato le provoca alguna preocupación. “A los que estáis tan indignados y hasta diciendo que pondríais una demanda, sólo deciros que no habéis tenido un gato en vuestra puta vida y que el mío, en concreto, se deja la piel intentando volverme loca”.
Monchis y su escabullida se hicieron virales y los medios no querían perderse la historia. Sin embargo, una vez concluida la “novela felina”, una nueva aventura le esperaba a la chica: “Siete medios llamándome por teléfono mientras intento comerme mi hamburguesa y justo me llama mi madre para decirme que vaya a buscar al perro que se ha escapado”.