En tiempos donde todo se recicla, muchas personas recurren a la reutilización de objetos que antes terminaban en la basura. Sin embargo, no todo sirve para todo, y en algunos casos, lo que parece una solución práctica puede convertirse en un verdadero riesgo para la salud.
Uno de los ejemplos más frecuentes —y peligrosos— es el de los latones viejos, como los que se usan para pinturas, aceites, productos químicos o combustibles. En redes sociales y ferias barriales, es común verlos reutilizados como moldes para cocinar budines, tortas o pan, sin saber que esto puede ser altamente tóxico.

¿Por qué no hay que usarlos para cocinar?
Aunque parezcan limpios por fuera, estos envases conservan residuos invisibles que pueden contener metales pesados, solventes, pinturas o derivados del petróleo. Estos compuestos pueden liberarse al entrar en contacto con altas temperaturas, pasando directamente a los alimentos.
“Al calentar un recipiente que tuvo sustancias químicas, se liberan vapores y partículas que pueden generar desde intoxicaciones leves hasta efectos a largo plazo en órganos como el hígado o los riñones”, explican especialistas en toxicología ambiental.

Además, muchos de estos latones están hechos con materiales oxidados o corroídos, lo que potencia aún más el riesgo de contaminación alimentaria.
Otros usos riesgosos de los latones reciclados
No solo se los reutiliza para cocinar. Algunos también los usan como macetas, bebederos o recipientes para almacenar agua. En todos esos casos, si el contenido anterior fue tóxico, el riesgo de contaminación no desaparece con una simple lavada.
Entonces, ¿todas las latas ponen en riego mi vida?
No todos los latones o latas representan un riesgo para la salud si se reutilizan, pero es clave saber de dónde provienen, qué contuvieron y cómo están fabricados.
- Latas de alimentos aptas para consumo humano. Ejemplos: latas de tomates, arvejas, atún, duraznos, choclo, leche condensada.
Estas latas están recubiertas internamente con barnices aptos para contacto alimentario, lo que evita que el metal contamine la comida. Recomendación: si se reutilizan para manualidades, macetas o almacenamiento seco, deben estar completamente limpias, secas y sin óxido.
- Latas de bebidas (gaseosas, cervezas, jugos). También aptas para contacto alimentario. Se pueden reutilizar para artesanías o decoración, pero no se recomienda usarlas como moldes de horno o para cocinar, ya que son muy finas y pueden liberar compuestos a altas temperaturas.
Qué hacer con los latones viejos
- No los reutilices para cocinar ni para almacenar alimentos o agua.
- Llevalos a un punto limpio o centro de reciclaje autorizado.
- Si vas a reutilizarlos para fines decorativos o artesanales, asegurate de que nunca hayan contenido sustancias peligrosas y de cubrirlos con capas protectoras adecuadas.
Es que, aunque parezca inofensivo, reutilizar latones viejos para cocinar, puede poner en riesgo tu salud y la de tu familia. Es mejor prevenir que lamentar: si tenés dudas sobre su origen, lo más seguro es no usarlos.