Las imágenes de Río de Janeiro de este martes están recorriendo el mundo. Son escenas dignas de una guerra, en el marco de una operación policial letal y sin precedentes contra el crimen organizado. Hasta las 19 hs se contabilizaban al menos 64 muertos.
Unos 2.500 policías fuertemente armados ingresaron a dos zonas populares del norte de la ciudad. Allí se registraron numerosos tiroteos, incendios y enfrentamientos con presuntos criminales.
El objetivo del “Operativo Contención” es combatir el Comando Vermelho, la mayor organización criminal de Rio de Janeiro que opera en las favelas, territorios pobres y densamente poblados de la urbe brasileña.
El gobernador conservador Cláudio Castro informó que hubo unos 60 sospechosos muertos en la “mayor operación policial de Rio”, apoyada por dos helicópteros. Además, se registraron cuatro policías fallecidos y unas 80 personas fueron detenidas.
Asimismo, Castro informó que decomisaron “una gran cantidad de droga”, además de 75 fusiles. El gobernador aseguró que la operación, fruto de una investigación de más de un año, abarcó un “área del tamaño de dos Copacabanas enteras”.
A raíz de los disparos que atemorizaron a la población, comercios y escuelas permanecieron cerrados. Por la tarde de este martes, se anunció el ingreso en “fase 2″, de modo que solicitaban a los habitantes de la ciudad no salir de sus domicilios.
Una ciudad en medio del caos
Los operativos policiales contra el crimen organizado son frecuentes en las barriadas pobres de Rio, donde los agentes suelen enfrentarse a tiros con traficantes y la población sufre en medio del fuego cruzado. Pero esta fue distinta, con vías centrales completamente cerradas o bloqueadas.
En decenas de escuelas de la acaudalada zona sur de Rio, donde se hallan los barrios de Copacabana e Ipanema, se pidió retirar más temprano a los alumnos para liberar a los profesores frente a la situación de alerta.
El servicio de metro estaba desbordado debido a que los habitantes trataban de regresar a sus casas.
Hasta ahora, la operación más sangrienta en Rio había tenido lugar durante la pandemia de Covid, en 2021, con saldo de 28 muertos en un solo día.
