Un grupo de 20 excombatientes argentinos regresaron después de más de 40 años a las Islas Malvinas. Los isleños los recibieron con agresiones. Llegó a pasar que un hombre los escupió.
La compleja situación ocurrió cuando llegaron con la ilusión de recordar y homenajear a los caídos. Todo terminó en una verdadera pesadilla. Según contaron, desde el primer día que arribaron al territorio, los ciudadanos los hostigaron, los humillaron y despreciaron.
El punto límite ocurrió durante el tercer día, cuando un isleño escupió a los soldados. “Un grupo de soldados estaba esperando el colectivo cuando pasó un hombre de 40 años. El hombre hizo unos metros, volvió sobre sus pasos y, sin decir nada, escupió en la cara a uno de ellos”, contó el periodista Daniel Toledo, de Radio Sudamericana.
El hombre que acompañó a los soldados durante el viaje contó que los excombatientes “quedaron mal, con bronca contenida y paralizados porque no esperaban recibir provocaciones por parte de los isleños”. Sin embargo, aclaró que ninguno de ellos reaccionó ante la situación.
“Estas cosas son así. Hay un mal ambiente”, remarcó Toledo, quien detalló que cuando llegaron al colectivo le contaron la historia al chofer -oriundo de Chile-, quien los ayudó para darle aviso a la Policía sobre lo que había ocurrido.
Según contó el periodista, un día más tarde se localizó a la persona en el aeropuerto porque trabajaba como despachante de las valijas. “Llegó la Policía al hotel y, aparentemente, la causa quedó en manos del fiscal”, agregó Toledo quien señaló: “No creo que pase nada”.
Pero esa no fue la única agresión que sufrió la comitiva argentina en las Islas Malvinas. De acuerdo a lo relatado por los excombatientes, las agresiones y hostigamientos fueron constantes durante los días que estuvieron allá.
“Los argentinos no somos bien mirados allá, pero tampoco hay contacto con los isleños, salvo en el hotel o en algún supermercado. Son absolutamente celosos tanto para ingresar como para salir de las islas. No hay nada argentino, absolutamente nada”, contó Toledo.
Luego, el periodista relató la particular situación que vivieron antes de subir al avión: “El avión de regreso salía a las 3 de la tarde y nos hicieron estar a las 9 de la mañana en el aeropuerto por la revisión de valijas. Te sacan todo, hasta lo más inofensivo. No te dejan llevar ni un poco de tierra”.
“Nos pidieron que nos saquemos todo elemento alusivo al país, nada es permitido. Hay que andar con cautela y cuidado, da sensación de que se está siendo monitoreado”, agregó Toledo. Su versión con la que dieron los excombatientes Ángel Esteban Flores y Ernesto Daniel Acevedo, dos de los veinte hombres que viajaron a Malvinas y que coincidieron en la exhaustividad de los controles para con todos los visitantes que llegan al lugar, sobre todo si estos son argentinos y exsoldados de la guerra.
“En todos los viajes siempre saben todos los movimientos que hacemos. Nos vigilan”, relató uno de los hombres y añadió: “Ellos nos ven a nosotros como los agresores, como los que queremos robarles las islas, cuando son ellos quienes las han robado hace muchísimo tiempo”.
Asimismo, con respecto a los ciudadanos ingleses que habitan Malvinas, el otro de ellos agregó: “Deberían tratar a los excombatientes con más respeto. Pero no se va a tener nunca una buena relación porque nos ven como los agresores y creen que les vamos a ir a robar la casa de ellos”.
De todas formas, mencionaron que no todo fue malo e hicieron referencia a un encuentro que tuvieron con excombatientes ingleses, quienes les pidieron sacarse una foto con ellos. “Nos admiraban por la bravura que tuvimos nosotros al defender las islas. Somos excombatientes de los dos lados y hay un respeto mutuo. La batalla terminó, entonces nos miramos como caballeros y nos respetamos como caballeros”, expresó uno de los hombres que participó del viaje.