El concepto de “movilidad sustentable” gana cada vez más presencia en la realidad de las ciudades de todo el mundo.
Por un lado, se busca mejorar el tránsito y descomprimir los embotellamientos utilizando cada vez menos automóviles individuales. Pero también tiene su lado ambiental: se valora la calidad de vida de los ciudadanos y del planeta, reduciendo la contaminación.
La bicicleta es una de las alternativas, pero también entran los monopatines, longboards rollers o patines y las caminatas para ir al trabajo, la facultad, la escuela o simplemente desplazarse por las calles y avenidas de las ciudades.
Este tipo de movibilidad tiene un 0% de emisiones de carbono hacia la atmosfera, reduciendo a cero la principal causa del cambio climático en el mundo.
Al mismo tiempo estamos ayudando a mejorar el aire de las grandes urbes y reducir los altos niveles de ruido que producen los motores, alterando a la fauna, flora y las personas que habitan allí.
A la hora de planificar una “movilidad sustentable” queda planteada la necesidad de expandir las redes de transporte público, gratuito (y de calidad) en todos sus dimensiones. Hablamos de trenes, subtes, colectivos y tranvías.
De esta forma se lograría terminar de disminuir drásticamente el transporte individual, reduciendo el consumo de energía. Permitiría que se puedan desplazar aquellas personas que necesitan recorrer largos tramos y que se ven imposibilitados a hacerlo en bicicleta o caminando.
El uso de bicicleta en la Ciudad de Buenos Aires
Cientos de miles de personas usan la bicicleta como medio principal o complementando su viaje con otras alternativas como el subte, el tren o el colectivo.
Mientras que en 2009 sólo un 0,4% de los viajes de la Ciudad se hacían en bicicleta para 2020 ese porcentaje ascendió al 10,2%.
Durante la pandemia, la bici fue el único medio de movilidad que creció respecto a sus niveles habituales, en 2020 los viajes en bicicleta se incrementaron 27%, de 320.000 en 2019 a 405.000 en la actualidad.
La red de ciclovías protegidas en la Ciudad comenzó a construirse en julio de 2009 y hoy alcanza más de 287 kilómetros.
Beneficios de usar la bicicleta
- Previene enfermedades
- Reduce el riesgo de infarto en más de un 50%
- Disminuye la tensión arterial fortaleciendo e irrigando mejor el músculo cardiaco
- Disminuye la ansiedad
- Mejora nuestro estado de ánimo
- Aumenta la sensación de bienestar