Una ola de puntajes inusualmente altos en el Examen Único de Residencias Médicas encendió las alarmas en el Ministerio de Salud de la Nación, que decidió suspender el orden de mérito y convocar a una nueva evaluación, tal como fue oficializado a través de la Resolución 2274/2025 publicada en el Boletín Oficial. Lo que comenzó como una anomalía estadística terminó derivando en una investigación por posible fraude tecnológico, con implicancias que sacuden al sistema de salud argentino.
Más de 7000 profesionales de la salud rindieron el examen nacional para acceder a las residencias médicas. Sin embargo, un mes después, los datos revelaron un patrón inesperado: una gran concentración de puntajes extraordinariamente altos, muchos de ellos de aspirantes formados en universidades extranjeras, lo que generó dudas sobre la legitimidad del proceso.
Una nueva forma de copiar: cómo son los lentes con cámara y cuánto cuestan
La principal hipótesis que maneja el Ministerio es que un grupo de postulantes habría utilizado tecnología de punta para obtener respuestas en tiempo real durante el examen. Entre las herramientas investigadas se encuentran lentes inteligentes con cámara oculta, conectados a sistemas de inteligencia artificial como ChatGPT, a través de APIs o asistentes personales.

Dispositivos como los Ray-Ban Meta Smart Glasses, disponibles en páginas como Amazon, permiten grabar, transmitir y recibir información sin levantar sospechas. A simple vista, lucen como anteojos comunes, pero incluyen cámaras frontales, conexión Wi-Fi o 5G, y pantallas de realidad aumentada que proyectan las respuestas directamente en el lente, permitiendo al usuario leerlas sin necesidad de usar el celular ni hacer movimientos evidentes. El precio de unas Ray-Ban Meta Smart Glasses en Amazon es de 329.00 dólares.
Cómo funcionaría el mecanismo
- El aspirante entra al aula con los lentes inteligentes.
- Activa la cámara de forma discreta para capturar las preguntas del examen.
- Las imágenes se envían en tiempo real a un servidor que utiliza inteligencia artificial para procesar y resolver la consigna médica.
- La respuesta se devuelve al postulante mediante un texto proyectado en el lente o un audio en microauricular.
También se investiga el uso de microauriculares Bluetooth teniendo en cuenta que este tipo de anteojos pueden hacer llamadas, mediante los cuales algunos postulantes leían partes del examen en voz baja y recibían respuestas desde el exterior a través de asistentes inteligentes.
Lo que hace especialmente preocupante esta modalidad es su capacidad para pasar desapercibida en entornos presenciales. A diferencia de los exámenes virtuales —donde se implementaron software de vigilancia como Proctorio o Respondus—, los controles en los exámenes presenciales dependen casi exclusivamente de la observación humana, y no hay barridos electrónicos ni detectores activos.
Además, el uso de IA permite responder preguntas clínicas complejas en menos de tres segundos, lo que ofrece una ventaja imposible de igualar incluso para los mejores postulantes formados de manera tradicional.
¿Quiénes quedaron bajo la lupa?
Las sospechas apuntan principalmente a un grupo de 268 aspirantes, muchos de ellos provenientes de universidades extranjeras sin acreditación internacional reconocida por organismos como la WFME o el SIACES. Algunos de estos aspirantes lograron ubicarse entre los primeros puestos del ranking, pese a promedios académicos bajos y trayectorias poco destacadas.