Para llegar a la tercera edad con buena salud es fundamental controlar la presión arterial. Según lo que difundió La 100, las nuevas Guías de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), las personas con más de 60 años, deberían mantener una presión entre 130 y 139 mmHg de sistólica y entre 70 y 79 mmHg de diastólica.
A medida que las personas van envejeciendo, los vasos sanguíneos pierden elasticidad, lo que incrementa el riesgo de hipertensión, infartos, ACV y fallas renales. Por eso, controlar la tensión regularmente y tener hábitos saludables puede ser fundamental.
Por qué sube la presión arterial con la edad
El endurecimiento natural de las arterias es una de las causas más comunes del aumento de la presión en adultos mayores. A esto se suman factores de estilo de vida como:
- Dieta con exceso de sal
- Sedentarismo
- Estrés prolongado
- Sobrepeso
- Consumo de alcohol y tabaco
También influyen enfermedades crónicas, como la insuficiencia renal, y antecedentes familiares de hipertensión.
Qué pasa si la presión está muy alta o muy baja
La presión arterial descontrolada puede causar infartos, accidentes cerebrovasculares, fallos cardíacos y deterioro cognitivo, además de afectar la visión y los riñones.
En cambio, una presión demasiado baja puede provocar mareos, desmayos, cansancio extremo y riesgo de caídas, un problema frecuente en personas mayores.
Cómo mantener una presión arterial saludable
Los expertos recomiendan:
- Llevar una alimentación equilibrada, baja en sodio y rica en frutas, verduras y cereales integrales.
- Realizar actividad física moderada todos los días.
- Controlar el estrés con técnicas de relajación.
- Evitar el tabaco y el exceso de alcohol.
- Consultar periódicamente al médico de cabecera para ajustar medicación o detectar problemas a tiempo.
