Roxana Agostinetti era una adolescente de 15 años, tomó como propia la causa de la Guerra de las Islas Malvinas, pero, en vez de ir al frente de batalla, decidió tomar una postura para conocer de primera mano qué es lo que pasaba en el archipiélago. Para eso, mandó decenas de cartas a las Fuerzas Armadas Argentinas y, poco a poco, fue recibiendo respuesta de algunos de los nombres que estaban en el combate.
A 40 años del fin del conflicto, Vía País tuvo el acceso a las cartas que salieron a la luz y se conoció, de primera mano, algunas de las declaraciones de los soldados que estaban en el frente de batalla. Sus sensaciones cuando tuvieron que dejar las islas y los días en las trincheras.
Cabe recordar, que muchos de los soldados que estaban en el frente, eran jóvenes que no superaban los 30 años e intentaban tener un acceso con el mundo de la ciudad, para conocer cómo se vivía la guerra desde los principales puntos del país.
Cómo vivieron los soldados argentinos la rendición en la Guerra de Malvinas
El 14 de junio de 1982 el comando argentino, a cargo del general Mario Benjamín Menéndez, se rindió y fue aceptado por las tropas británicas, que inmediatamente pusieron un fin a las hostilidades que se vivieron durante los meses de combates.
En ese marco, Roxana recibió los primeros comentarios de los dos soldados que estaban en el sur del país, tras estar en el frente.
El soldado Suárez describió, con congoja, las sensaciones del ejército argentino el 16 de junio de 1982: “Yo he estado en el frente, sé lo qué pasé y lo que pasaron todos mis camaradas. También pasamos por momentos muy duros y difíciles, ya que había días que no comíamos, porque el combate nos mantenía muy ocupados. Teníamos que permanecer en nuestras trincheras, sin movernos ni dormirnos, con una fe única. Teníamos que vencer, esa era nuestra misión”.
“Nos tomaron las Islas, se me cayó la moral. He llorado de bronca. También por mis compañeros abatidos por la artillería inglesa. No lo podía creer, no hubo nadie que me haya podido consolar mis lágrimas. Yo creía que teníamos todo bajo control, ¿por qué tanto engaño? Después pensé con claridad, si nosotros nos hemos jugado enteros… no te olvides que nosotros peleamos contra la tercera fuerza mundial”, describió.
Por su parte, Paladino también escribió el 17 de junio sobre cómo vivió el momento de dejar las Islas para regresar al Continente. “Estamos en el regimiento con una tristeza tremenda. Con bronca a los ingleses y con ganas de poder volver a encontrarnos con estos piratas. Te juro que el día que nos enteramos que hubo un cese del fuego, nos super alegramos. Después de tanto sacrificio, de tantas salidas al terreno, de todo lo que hicimos para defender lo que es nuestro”, señaló.
Y agregó: “Mira Roxana, yo sé que la gente civil no está de acuerdo con lo que hizo el ejército, pero te puedo asegurar que hicimos todo lo posible, nos jugamos en todo momento. Recién nos habló el subteniente y te juro que nos contó la posta: nosotros perdimos la guerra, pero no las Islas Malvinas, porque como él dijo, en esas Islas hay abono argentino y sangre argentina derramada. También nos dijo que las vamos a recuperar algún día”.