El presidente Alberto Fernández encabezará la LXII Reunión del Consejo del Mercado Común y Cumbre de Jefes y Jefas de Estado del Mercosur y Estados Asociados, que se llevará a cabo en Puerto Iguazú a inicios del próximo mes, los días 3 y 4.
Previamente, el canciller Santiago Cafiero coordinará la Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común (CMC), en la que participarán los ministros de Relaciones Exteriores de la región, y en la que se pondrá en conocimiento el informe a modo de balance de la Presidencia Pro Tempore Argentina (PPTA). También estarán presentes ministros de Economía de la región, informó el Palacio San Martín en un comunicado.
El evento se desarrollará en el Hotel Gran Meliá, ubicado dentro del Parque Nacional Iguazú y constituirá la culminación del trabajo realizado por Argentina en el último semestre y el inicio de la nueva Presidencia Pro Tempore, que quedará en manos de Brasil. El encuentro de mandatarios estará encabezado por el presidente argentino, actualmente cargo de la titularidad del organismo que tiene como estados parte a la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
La llegada de Lula Da Silva a la titularidad del Mercosur imprimirá un nuevo envión a la idea de relanzar al bloque como el principal instrumento de inserción económica internacional de los estados miembro, una postura compartida por Argentina, Brasil y Paraguay, pero en la que Uruguay tiene diferencias.
De hecho, la última cumbre realizada en Montevideo, Uruguay; el diciembre pasado tuvo algunas tensiones por la decisión del presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, de sumar a Uruguay al Acuerdo Amplio y Progresista de Asociación Transpacífico, integrado por once países de Asia y América. Ante esto, sus tres socios comerciales (Argentina, Brasil y Paraguay) lo calificaron de “unilateral” y contradictorio con los estatutos que rigen las relaciones dentro del bloque regional.
Finalmente, Lula Da Silva asumirá la presidencia del bloque la prioridad de concretar un acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) que sea equilibrado y compatible con la reindustrialización de Brasil y Argentina.