Debido a un incendio accidental, una casa que se encontraba deshabitada fue reducida a cenizas en la localidad de Puerto Iguazú. La dueña de la casa declaró que había dejado a una persona encargada del cuidado de la vivienda.
Al momento de iniciarse el fuego no había nadie en el lugar, aunque había gente destinada a esa tarea. Dicha casa se encontraba en venta, por lo que no vivía nadie allí.
El Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Puerto Iguazú acudió al lugar raudamente y se abocó a sofocar las llamas y evitar la propagación a propiedades cercanas.