El panorama en las Cataratas del Iguazú se mantiene desolador. A la falta de turistas debido al cierre del Parque Nacional Iguazú por la cuarentena obligatoria de prevención del coronavirus, se suma el escaso caudal del agua del río Iguazú.
Según los expertos el fenómeno afecta el atractivo turístico debido al cierre de las compuertas de las represas ubicadas en la cuenca del rio Iguazú, aguas arriba de las Cataratas, en jurisdicción del estado de Paraná, Brasil.
Además a esta circunstancia se suma la sequía que se registra desde el mes de septiembre del 2018, que provoca que el paisaje de la Maravilla Natural cambie ya que solamente los grandes saltos cuentan con caídas de agua, los demás han desaparecido. Actualmente se desploman en las cataratas 268 metros cúbicos, caudal similar al registrado en la última gran sequía del año 2005, esta cifra representa menos del 20 por ciento del caudal normal de los saltos.
Según dieron a conocer el gobierno nacional solicitó un informe al vecino país por la falta de agua para abastecer a la ciudad de Puerto Iguazú y el impacto ambiental que provoca a la flora y fauna del Parque Nacional Iguazú. Hasta el momento la única respuesta que han logrado es que no están previstas grandes lluvias en la cuenca del río.