Salvo la falta absoluta de alcohol en gel, la ciudad de Andresito atraviesa con tranquilidad y sin movimiento alguno de peatones ni vehículos el segundo día de la cuarentena por coronavirus. Siete vecinos están guardando aislamiento en sus casas porque presentaron un estado febril, pero continúan en buen estado de salud.
El intendente Bruno Beck dijo que el puente Andresito – Capanema sobre el río San Antonio fue cerrado hace tres semanas y no circula nadie por allí. El paso es custodiado por Gendarmería y se impide el paso a extranjeros, mientras que quienes residen del lado argentino deben cumplir el aislamiento a su regreso.
Los casos de personas en aislamiento corresponde en su mayor parte a viajeros provenientes de Chaco, informó Beck, aunque no se comprobó que padezcan del COVID-19.
"Tenemos una única entrada a Andresito por la Ruta 19 que vincula con la Ruta Nacional 101. En ese lugar hay un puesto fijo con agentes de salud, policías, Gendarmería y Bomberos Voluntarios para detectar casos febriles", explicó Beck en declaraciones para Vía Iguazú.
Aseguró que no circula nadie rompiendo la cuarentena obligatoria. "Pero siempre hay un desacatado al que debemos convencer de volver a su casa. No estamos contentos, pero sí satisfechos del trabajo. Acá no se mueve nada", agregó.
Beck contó que este sábado se enteró que su par de la ciudad brasileña Capanema dispuso el aislamiento de la ciudad y la prohibición de circular fuera de sus casas.
El abastecimiento de alimentos y bebidas es normal, señaló el intendente comunal de esta ciudad de 30.000 habitantes. Solo falta alcohol en gel, pero la provisión de barbijos es abundante porque los fabrican asociaciones de mujeres y organizaciones sociales.