Las fuerzas de seguridad de Entre Ríos intensifican los rastrillajes en una extensa zona rural del departamento Concordia, donde hallaron un cuerpo mutilado que podría pertenecer a Martín Palacio. Recordemos la desaparición del remisero se dio casi en paralelo cuando Pablo Laurta cometía doble femicidio en Córdoba.
El operativo, que se desarrolla entre Estación Yeruá y San Salvador, cuenta con un importante despliegue de recursos: efectivos policiales, bomberos voluntarios, aspirantes a oficiales, drones, caballos y perros entrenados para la búsqueda de cadáveres recorren un área de más de 30 kilómetros.
La búsqueda se hace en terrenos de difícil acceso, con montes densos de eucalipto, banquinas cubiertas de maleza y presencia de fauna silvestre.
Según explicó el jefe de la Departamental Concordia, comisario mayor José María Rosatelli, el trabajo de campo se organizó en distintos sectores estratégicos, a partir del análisis de cámaras de seguridad, celdas de telefonía móvil y el lugar donde fue hallada una parte del cuerpo a comienzos de semana.
“Estamos poniendo todo el esfuerzo y los recursos disponibles para encontrar los miembros que faltan. El terreno es complicado, pero las condiciones climáticas han sido favorables para el trabajo”, declaró Rosatelli en diálogo con Elonce.
Aunque todavía no hay confirmación oficial, los restos hallados podrían pertenecer a Martín Palacio, el remisero desaparecido desde la semana pasada. Su última actividad conocida fue un traslado a Pablo Rodríguez Laurta, detenido en Concordia e imputado de “homicidio criminis causa” por el doble femicidio en Córdoba.
Por el momento, no ha sido posible confirmar la identidad del cuerpo encontrado, ya que la parte hallada no presenta tatuajes visibles ni permite realizar identificación por huellas o reconocimiento facial. “Estamos esperando el acercamiento de los familiares, con quienes ya hemos tenido contacto, para intentar una posible identificación”, agregó el jefe policial.
La zona donde se concentra la búsqueda incluye varios puentes y arroyos de bajo caudal, lo que facilita el rastrillaje. Sin embargo, las condiciones naturales imponen su desafío: espinas, vegetación cerrada y animales salvajes complican el trabajo de los cerca de 80 efectivos involucrados.
Rosatelli también destacó el compromiso de todo el personal y pidió la colaboración de los vecinos. “Cualquier dato que pueda surgir será clave. La comunidad está en alerta y confiamos en que, si alguien encuentra algo, lo informará de inmediato”, concluyó.
