El viernes venció el plazo que el Juzgado de Garantías había dispuesto 30 días atrás para el acusado, pero debido a la gravedad de la investigación y porque en libertad podría tratar de mantener contacto o amenazar a alguna de las víctimas, se dispuso prorrogar la medida por otros 30 días.
La fiscal Martina Cedros, tendría prácticamente todo listo en su investigación para cerrarla y requerir la audiencia de elevación a juicio. Su trabajo más importante fue el de rastrear a través de las diferentes cuentas de Facebook que manejaba el larroquense de 33 años, la identidad de sus víctimas y convencer a los padres de realizar la denuncia correspondiente para llevar a juicio la mayor cantidad de casos posibles.
Se supo que a mediados de septiembre ya se contabilizaban unos 50 casos, pero tras la investigación correspondiente y el rastreo de las víctimas, se tendrían al menos cinco denuncias formalizadas contra el imputado por este delito.
El Grooming es un término que se utiliza para describir la forma en que algunas personas se acercan a niños y adolescentes para ganar su confianza y poder abusar de ellos. El contacto comienza a través de las redes sociales y a medida que pasa el tiempo y el delito no es advertido por un mayor, se convierte en físico.
La principal herramienta que tiene el acosador es la confianza. Se introduce en el mundo virtual del adolescente bajo un perfil verdadero o falso y comienza a cosechar un camino que con el tiempo se vuelve cada vez más peligroso. Obtiene datos que la propia víctima aporta inocentemente y desde allí maneja el control de la situación.
En la mayoría de los casos las víctimas no le comentan lo que viven a sus padres, por temor o vergüenza, porque incluso llegan a ser amenazados, y de ese silencio se aprovechan los “groomers”.
Esto es lo que pasó con una niña de 12 años de Gualeguaychú. Sus padres tomaron conocimiento de lo que estaba pasando y no dudaron en hacer la denuncia en la Fiscalía. La niña recibía mensajes en su teléfono por parte de una persona que le pedía fotos de determinada parte de su cuerpo, en tal posición, y a cambio de crédito telefónico.
El caso recayó en la fiscal Martina Cedrés, que como primera medida ordenó el secuestro del teléfono de la menor para realizar las pericias y obtener la información necesaria sobre el acosador. Una vez que se tuvo todo lo necesario, se consiguió una orden de allanamiento y la detención del sospechoso.
El 20 de agosto, en una vivienda de Larroque, se realizó el procedimiento y se detuvo a este hombre de 33 años sospechado de ser quien mantenía contacto con la menor. Este sujeto ya había sido allanado en otras ocasiones, en donde había sido denunciado por abuso, pero nunca se encontró nada para inculparlo.
Fue trasladado a Gualeguaychú y tras la indagatoria se le dictó una prisión preventiva que le fue prorrogada el pasado viernes y seguramente mantendrá hasta el inicio del juicio. Su teléfono celular fue llevado al área de Inteligencia Criminal de la Policía de Entre Ríos y de ese informe surgió que este hombre mantenía contactos con unas 50 menores, con la misma carga erótica que tenía con la gualeguaychuense de 12 años. Tras las averiguaciones de la Fiscal, se logró reunir al menos cinco denuncias más de menores que no superan los 16 años