“Amar a la Patria es tener vocación de servicio”: conocé la emocionante historia del buzo salvamentista de Formosa

Desde que estaba en el secundario, Carlos Alberto Genez se dio cuenta de su interés por la Armada. Cuando finalizó sus estudios se metió en ARA “Hércules”, donde estuvo durante cinco años. ¡Conocé la historia del formoseño!

“Amar a la Patria es tener vocación de servicio”: conocé la emocionante historia del buzo salvamentista  de Formosa
Carlos Alberto Genez, el buzo salvamentista de Formosa.

El pasado martes 8 de noviembre fue el Día del Buzo Naval y Carlos Alberto Genez es una persona ideal para conmemorar este día y contar su historia de vida. El hombre es buzo salvamentista desde hace 25 años, se crió en la ciudad de Formosa, es amante de las películas bélicas y siempre le llamó mucho la atención los buques y submarinos.

Carlos tiene una familia numerosa, es el segundo de 9 hermanos, su papá trabajó en una empresa constructora como conductor y mecánico de vehículos, y su mamá fue una ama de casa dedicada a su hogar.

El formoseño se casó con Eliana en su lugar natal y, después, partieron un año a Mar del Plata, ciudad en la que inició su carrera como buzo. Luego fue destinado a la Estación de Buceo de Ushuaia, donde permanecieron desde 1997 hasta el 2002 y allí nacieron sus dos hijas, Mariana y Gabriela.

El marino fue al Colegio Nacional “Gobernador Juan José Silva”, en donde conoció su interés por ser parte de la Armada. En diálogo con Gaceta Marinera, Genez contó que un compañero de la escuela dejó de asistir a clases y todos se preguntaban qué le había pasado, “hasta que nos contaron que había entrado a la Marina”, contó respecto a cómo fue su primer contacto con la Fuerza que lo dejó reflexionando si quería que ese sea su futuro.

Al año siguiente, sortearon a los jóvenes para el Servicio Militar Obligatorio y Carlos esperaba que le tocara la Marina, pero lo incorporaron al Regimiento de Infantería de Monte 29 del Ejército Argentino en Formosa.

“La experiencia me gustó mucho, pero yo seguía con la idea de que lo mío eran los buques, así que antes de terminar con el servicio militar me indicaron donde estaba la Oficina de Incorporación Naval de la provincia, y me fui a averiguar todo”, expresó.

El formoseño ingresó a la Escuela de Suboficiales cuando tenía 20 años, a principios de 1990 y se especializó en Máquinas
El formoseño ingresó a la Escuela de Suboficiales cuando tenía 20 años, a principios de 1990 y se especializó en Máquinas

Después de indagar sobre el tema, el marino descubrió que la Delegación Naval más cercana que tenía estaba en Corrientes, por lo que decidió programar un viaje para inscribirse, rendir los exámenes académicos, hacer los estudios médicos y esperar el llamado.

“El telegrama no llegaba, la ansiedad me llevó otra vez de Formosa a Corrientes, cruzando Chaco. Allí me enteré de que estaba entre los seleccionados para viajar a Buenos Aires. Aún recuerdo que el viaje en tren duró 24 horas, pero yo estaba feliz”, relató.

Los primeros pasos de Carlos en la Armada

El formoseño ingresó a la Escuela de Suboficiales cuando tenía 20 años, a principios de 1990, y se especializó en Máquinas. “Era habitual que, en esa época, el personal de la Escuela de Buceo buscara aspirantes navales para hacer los cursos de buceo general, es decir, que antes podías salir como ‘buzo de escuela’”, contó.

“Fue la primera vez que supe de ellos, pero dejé la capacitación para más adelante”, agregó el hombre. Carlos siempre se destacó como alumno en sus estudios portando la jerarquía de Dragoneante Segundo con orgullo.

Cuando terminó el colegio, el primer destino fue ARA “Hércules”, donde estuvo durante cinco años. “Me encantaba navegar, recuerdo haber participado del ejercicio UNITAS en aquel tiempo, y viajamos a Brasil y Uruguay”, enunció.

Carlos Alberto Genez inició su carrera como buzo en Mar del Plata.
Carlos Alberto Genez inició su carrera como buzo en Mar del Plata.

En 1996, el buzo salvamentista decidió hacer el curso de buceo siendo Cabo Primero recién ascendido: “Lo inicié como buzo táctico pero una operación de vesícula me limitó a participar solo de las clases teóricas y cursando materias de salvamento, ahí empezó a gustarme la idea de ser buzo salvamentista, contando con el incentivo y apoyo de mis superiores”., reveló.

¿Qué significa ser buzo salvamentista? “Es perseverancia y dedicación”

Ser buzo de profundidad es una tarea bastante pesada, ya que se lo requiere para actividades de salvamento ligadas al reflotamiento de embarcaciones y recuperación de materiales en el agua, control de hidrocarburos, salvamento de personas, realización de soldaduras, entre otras cuestiones.

El suboficial mayor dijo que en la Armada Argentina hay dos cursos regulares para formar a los buzos en la Escuela de Buceo, la cual está en la Base Naval Mar del Plata. Estas personas deben perfeccionarse todo el tiempo para cumplir una misión según su especialidad, ya que “el buceo no es un fin en sí mismo, sino un medio”.

Los buzos salvamentistas que pertenecen al SISA, se encargan de la investigación subacua, marítima y fluvial. Además, planifican, organizan y conducen los medios subacuos de salvamento y de control de polución para salvaguardar al personal y unidades de la Armada.

También se forma a los buzos fuera de borda, nadadores de rescate, quienes realizan buceo a menor profundidad, inspección de cascos y salvamento en el mar, entre otras cuestiones.

Desde 1997 hasta 2002, la familia del suboficial mayor Genez vivió en Ushuaia, en donde él participó del buceo de intervención a gran profundidad, en la identificación y filmación del buque pesquero “Altair” en 1997.

Carlos Alberto Genez
Carlos Alberto Genez

En 1999 se encontraba en una navegación por la Isla de los Estados y Puestos de Vigilancia. “Después de 50 días regresé a casa, Marianita no me reconoció, pero nunca bajé los brazos. Uno entrega lo que es al servicio, la Armada es, para mí, amar a la Patria y tener vocación de servicio”, resaltó.

Entre 2003 y el 2006 estuvo embarcado en el aviso ARA “Irigoyen” y otra vez fue destinado a Mar del Plata para desempeñarse como instructor en la Escuela de Buceo. Al año siguiente participó de la Campaña Antártica de Verano a bordo del rompehielos ARA “Almirante Irízar”.

En el 2010, fue destinado al SISA, ubicado en la Base Naval Puerto Belgrano, destino en el que desde hace 4 años es Suboficial de Unidad. Su último gran trabajo como salvamentista fue en 2015. “El trabajo del buzo es riesgoso, la regla número es la seguridad del equipo y el adiestramiento constante para hacer un buen trabajo. No es ser un superhombre, las cualidades para ser buzo son la perseverancia y la dedicación”, destacó.

Actualmente, Carlos se encuentra ya alejado de sus misiones de salvamento por su jerarquía y cargo que implican una nueva función en su carrera. A sus 52 años de edad, 32 de marino y 25 de buzo salvamentista, está satisfecho “de los logros realizados, de la experiencia adquirida”.

“La Armada me dio todo y a ella le estoy agradecido. Ser un buen ejemplo para las nuevas generaciones, también es otro gran desafío que afronto”, concluyó.

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