A una semana de las elecciones y luego de perder US$ 745 millones de reservas en octubre, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) comprimió aún más el cepo en el sector bancario para evitar que se profundice la salida de divisas con una medida que despertó polémica y derivó en un exabrupto de un director de la entidad.
En la noche del jueves, el BCRA emitió dos circulares ampliando el corset a bancos y sumando restricciones a importaciones.
Mediante la comunicación 7863 le ordenó a las instituciones financieras que no podrán aumentar sus posiciones en dólares hasta el 31 de octubre, respecto de la que tenía el jueves 12. En caso de hacerlo, la recomposición patrimonial de esa posición se hará a través de un bono (Lediv) y no en dólares (la Lediv es una letra intransferible del Banco Central en dólares liquidable en pesos, atada a la evolución del tipo de cambio oficial y que fue diseñada para el sector energético).
Esto implica que si un banco quisiera financiar con su patrimonio por ejemplo una operación de comercio exterior u otorgar un crédito luego no recibirá dólares para recomponer su posición sino un título.
Una medida similar ya había sido tomada en noviembre de 2021 previo a las elecciones de medio término.
El BCRA argumentó que esta medida busca “proteger” los ahorros depositados en los bancos, pero la forma en la que fue comunicada no hizo más que generar una fuerte polémica porque comenzó a circular la versión de que se había instalado un nuevo corralito.
“La medida despertó demasiado ruidos y comentarios. Lo que afecta es la posición neta de los bancos, que deben mantener en dólares una posición igual a la que tenían el jueves. Esto afecta al patrimonio de los bancos y no afecta a los ahorristas. Pero dado el contexto es normal que se termine interpretando de otra forma”, señaló el economista Salvador Vitelli al ser consultado por este medio.
En la práctica lo que sucederá es que los bancos dejarán de ofrecer financiamiento en dólares para no perder su patrimonio y de esta forma los agentes que los necesiten deberán ir a pedirlos al Central que así gana poder en su lucha para evitar la sangría de divisas. Y por lo tanto habrá menos disponibilidad para financiar actividades económicas en medio de la recesión.
“Es un ruido innecesario dentro de un contexto de mucha incertidumbre y movimiento de tipo de cambio y que en el inconsciente colectivo nos remonta a eventos poco afortunados para la historia económica argentina”, añadió Vitelli.
En síntesis, según se desprende de la norma los bancos no pueden negarse a entregar dólares billetes a los ahorristas que por ejemplo el martes decidan retirar sus tenencias.
Dada la forma en que fue comunicada la decisión y con pocas explicaciones desde el Banco Central, durante las primeras horas del día se instaló una fuerte polémica entre quienes aseguraban que la medida era un virtual corralito y quienes lo negaban.
Esto derivó en un fuerte exabrupto de uno de los Directores del Banco Central, Agustín D’Atellis: “Las cosas por su nombre. Un grupo de pelotudos coordinados con mucha mala leche busca desestabilizar con una fake news a partir de una norma de del BCRA, que justamente busca en los días preelectorales proteger el ahorro de los argentinos de estrategias especulativas”, publicó en sus redes sociales.
También importaciones
Junto a la circular que impactó a los bancos, el Central también dispuso que los entes públicos, incluidas las empresas y organismos, también deberán tramitar los permisos de Sirase (permisos de exportación para el sector de servicios) para realizar pagos de servicios del exterior. Este sector no debía cumplir con este requisito.
Las medidas del Banco Central se tomaron luego de una semana de extrema tensión en el mercado financiero con el dólar blue cotizando por encima de los $ 1.000 –finalmente cerró a $ 980- y los dólares bursátiles en $ 870 el MEP y $ 966 el Contado con Liquidación (CCL).
Durante la semana el Central tuvo que vender US$ 540 millones con lo cual en que va de octubre cedió US$ 721 millones, prácticamente el mismo monto que había logrado comprar a lo largo de septiembre.
El ministro de Economía, Sergio Massa, apuesta todo su capital electoral a mantener el dólar a raya en las cuatro ruedas financieras que restan hasta el 22 de octubre.
Todo este esfuerzo que no es más que tratar de tapar la suma de desequilibrios aumenta el grado de incertidumbre de los agentes financieros sobre las medidas que Massa tomará el lunes 23 de octubre.
