Las primeras noticias de la semana prolongaron el clima de incertidumbre sobre el desarrollo inmediato de la economía argentina, ante datos de inflación que confirman los peores pronósticos y la falta de resultados concretos en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La Dirección de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires informó este lunes que la inflación en el distrito en abril fue de 7,8%, con un fuerte incremento de 10,4% en alimentos.
El resultado muestra una marcada aceleración respecto al 7,1% de marzo, ratificando las estimaciones más pesimistas y lejos del “empezar con 3″ que pretendía, Sergio Massa, al asumir el Ministerio de Economía.
El alza de la comida resulta inquietante porque resultó la mayor suba de todos los rubros relevados y su dinámica excede el ámbito capitalino porque sirve para proyectar la situación al resto del país.
En CABA es donde tiene mayor impacto el programa “Precios Justos” por la capilaridad que le da la cantidad de bocas de expendio disponibles.
Según el trabajo porteño, en el cuatrimestre los alimentos acumularon un alza de 37,7% -la segunda más alta detrás de “servicios financieros”- y en la comparación interanual el aumento es de 119% -solo superada por hoteles y restaurants, 130%-.
Sin dudas, estos números extrapolados al resto del territorio nacional permiten anticipar un fuerte aumento de la pobreza y la indigencia, dado que la evolución de los salarios estuvo por debajo de estas variaciones, especialmente en el sector de trabajadores informales.
El informe oficial sobre el “Indice de Precios al Consumidor” (IPC) de abril que elabora el INDEC será difundido el próximo viernes 12.
Ante la preocupación esta situación, la Secretaría de Comercio continúa trabajando para cerrar una nueva etapa del acuerdo, pero se encuentra con la resistencia de las empresas que no parecen dispuestas a seguir participando con el nivel de ajustes previstos.
No obstante, no se descarta que antes del viernes se anuncie algún tipo de pacto para amortiguar el efecto del resultado del IPC.
La pretensión oficial es cerrar una canasta por 90 días, con un aumento de 3,8% hasta el 20 de cada mes y luego un 1,2% adicional. Los productos con precios fijos se acomodarían con alza de 3,8%.
Desde el sector empresario toman distancia de la discusión y solo señalan que “se está hablando empresa por empresa”, pero sin dar cuenta de avances mayores avances.
Se prolonga la discusión
La misma situación de indefinición se percibe en la renegociación del acuerdo con el FMI.
Este lunes 8 de mayo se cumplen cinco años del anuncio del préstamo por U$S 54.000 millones que el FMI le otorgó al gobierno de Mauricio Macri, del que finalmente se desembolsaron U$S 44.000 millones.
Ante la delicada situación y reiteradas consultas acerca del estado de las negociaciones que definen la toma de decisiones de los inversores, el FMI reiteró que siguen las negociaciones, pero sin dar ninguna señal sobre su evolución.
“Los equipos del FMI y del Ministerio de Economía continúan trabajando constructivamente para fortalecer el programa respaldado por el Fondo en el contexto de la sequía muy severa. Las discusiones están en curso de manera virtual y se espera que los equipos tengan varias reuniones esta semana para avanzar con el programa”, señalaron voceros del organismo.
En Economía rescatan la decisión del FMI de comunicar la continuidad de las conversaciones, más allá de que el mercado sigue desconfiando de los resultados.
En este contexto, el Banco Central pudo comprar hoy U$S 7 millones. Si bien el dólar soja continuó con un debilidad habitual con operaciones por solo U$S 35 millones de dólares, menores pagos por importaciones de energía –U$S 10 millones- y una caída en las ventas por dólar ahorro permitieron la exigua adquisición.
La venta total por dólar agro fue la segunda más baja en esta etapa del Programa de Incentivo Exportador (PIE).
El total de lo liquidado hasta el momento es de U$S 2.000 millones, según un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Este monto es 37% inferior al del “soja 2″ y 74% inferior al “soja 1″ para la misma etapa.
La posibilidad de alcanzar los U$S 9.000 millones pretendidos por el gobierno parece quedar cada vez más lejos.