Marco Lavagna, director del Indec, y Leonardo Madcur, jefe de asesores del Ministerio de Economía, llegaron a Francia y alcanzaron un acuerdo técnico para refinanciar la deuda por US$2400 millones con el Club de París que arrastra desde hace al menos dos años.
El acuerdo se selló durante las conversaciones técnicas que se desarrollaron en Francia entre este jueves y las primeras horas de este viernes entre funcionarios argentinos y los referentes del consorcio de países acreedores, que son las naciones más desarrolladas del mundo.
Cómo fueron las negociaciones
La negocación comenzó el jueves y se extendió durante este viernes. El foco estuvo puesto en el interés incluido en el acuerdo firmado en 2014 por el ministro de Economía de ese momento, Axel Kicillof. Entonces, se acordó una actualización de entre 3 y 4,5% anual en los primeros años de vigencia del convenio de pago. Sin embargo, había una letra chica: una ventana de dos años más para cancelar esos saldos pendientes de pago, con un costo adicional. Así, el interés llegó al 9% anual, el doble de la tasa que tenía hasta 2019.
De esta manera, los USD 1.900 millones que quedaban sin pagar cinco años después de sellado el acuerdo llegó a USD 2.400 millones por ese interés que empezó a correr. Parte de ese monto se devolvió en dos tramos, por un consenso técnico “puente” logrado por el exministro Martín Guzmán. Se trató de una “tregua” hasta llegar a una solución de fondo: la que se busca ahora. Por aquel arreglo, unos USD 227 millones fueron abonados en julio de 2021 y otros USD 188,5 millones en febrero pasado.
También se está analizando el plazo de devolución del saldo restante y en qué momento se iniciarán los giros. El Fondo Monetario Internacional proyectó que los pagos al Club de París deberían retomarse en 2026, es decir con un plazo de gracia poco mayor a los tres años, un esquema similar al que tendrá el propio Extended Fund Facility (EFF).
Pero además del acuerdo técnico, el país necesitará la voluntad de las quince naciones acreedoras que integran ese consorcio para llevar adelante la firma. El Club de París toma sus decisiones de manera unánime. Para la Casa Rosada será fundamental el apoyo del FMI, ya que quienes integran su directorio son, también, los países socios de la Argentina en el Club.
Por su lado, Kristalina Georgieva y el staff del FMI también esperan una pronta definición: “Se necesitan esfuerzos continuos de buena fe, de todas las partes, para asegurar una reestructuración exitosa de la deuda del Club de París. Garantizar que los socios internacionales cumplan con los compromisos de financiación también es fundamental para respaldar los objetivos clave del programa”, dijo la directora gerente.
Qué dijeron desde el Gobierno
Sergio Chodos, representante argentino ante el FMI, señaló: “Nuestras autoridades han retomado las negociaciones con el Club de París y nuestro objetivo es llegar a un acuerdo en los próximos meses, con base en un cronograma de pago que sea consistente con nuestra capacidad de pago y sostenibilidad de la deuda”.
Para Massa terminar de arreglar con el Club de París sería el tercer paso en el proceso de rediscusión de los pasivos en moneda extranjera que realizó el Gobierno de Alberto Fernández, entre los bonistas privados en primera instancia y luego el Fondo Monetario Internacional.
Más de la mitad de la deuda argentina al Club de París está concentrada en dos países: Alemania (37%) y Japón (22%). Le siguen Holanda (casi 8%), España (6,68%), Italia (6,29%) y Estados Unidos (6,28 por ciento).
En 2014, el Gobierno de Cristina Kirchner firmó un acuerdo por la devolución de USD 9.690 millones en un plazo de cinco años, hasta mayo de 2019. De ese monto, USD 5.000 millones fue el capital adeudado mientras que el resto (unos USD 4.700 millones) estuvo integrado por intereses de esos pasivos y por punitorios acumulados a lo largo de los años.
Actualmente, el Club de París está integrado por Australia, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Corea del Sur, Holanda, Noruega, Rusia, España, Suecia, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos, que representan aproximadamente un 60% del PBI mundial. Según aseguró Martín Guzmán antes de su renuncia, el entendimiento con el organismo “ya estaba avanzado”.
