El mercado financiero estimó que la inflación se mantendrá entre 4,4% y 4,8% hasta fin de año, lo cual complica los planes del Gobierno nacional que apuesta a una suba de precios que converja en el corto plazo a la tasa de devaluación de 2% propuesta por la conducción económica para de este modo evitar la apreciación cambiaria.
Las proyecciones surgen del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que elabora el Banco Central todos los meses. En esta oportunidad participaron 26 consultoras y 12 entidades financieras del país y la recolección de los datos ocurrió entre el 26 y el 28 de junio, con lo cual los analistas pudieron evaluar el impacto de la última escalada del dólar.
Los profesionales estimaron la inflación de junio fue de 5,2%, un punto por encima del 4,2% oficial de mayo. En tanto, esperan que en el mes en curso se ubique en 4,8% para luego descender apenas una décima por mes por hasta noviembre. De cumplirse este comportamiento 2024 terminaría con una tasa de inflación de 138,1%. Esta variación es 8 puntos superior a la proyección de 130% para el año que el Ministerio de Economía adelantó en los lineamientos del presupuesto 2025 presentando días atrás en el Congreso Nacional.
Un comportamiento similar, oscilando entre 4% y 4,3%, fue calculado para la inflación núcleo, con lo cual el equipo económico tampoco puede respaldarse en este indicador para sustentar su actual plan.
Para enturbiar más el panorama, los datos de los primeros días de julio dan cuenta una nueva aceleración del precio de los alimentos. Un trabajo de la consultora LCG con datos del 27 de junio al 3 de julio observó un alza en los precios de los productos de primera de necesidad de 1,8%, el segundo registro más alto de las últimas 16 semanas. En la medición punta a punta de las cuatro semanas previas, los alimentos subieron 4,9%.
Con respecto al dólar, los analistas calculan un valor de $ 1.173,8 para diciembre, mientras que en los supuestos enviados al Parlamento el Ejecutivo lo ubicó en $ 1.016, lo que marca una diferencia de 15%.
Con relación a la actividad económica, no hubo mayores variaciones y se espera que el PIB caiga 3,7%, en línea con lo estimado por el Gobierno nacional (3,5%). Del informe se desprende además que la caída se concentró en el primer semestre del año y que en este tercer trimestre en curso comenzaría a percibirse una mejora.
No obstante, por este escenario recesivo de principio de año se espera que la tasa de desocupación suba a 8,1% en el cuarto trimestre del año.
Postergan detalles
En otro orden, el Directorio del Banco Central postergó hasta la próxima semana la publicación de las circulares que regularan el funcionamiento de las Letras de Regularización Monetaria (LRM) que serán el instrumento por el cual migrará su deuda en Pasivos Remunerados a del Tesoro Nacional.
Esta ventana de tiempo también le otorgará a los bancos un mayor plazo para ir desarmando las posiciones que vencen a diario, lo que finalmente reducirá la exposición que deberán asumir al tomar títulos del Tesoro.
Exagerando el ejemplo, pero con el objetivo de graficar lo que significa esta medida un destacado economista sostuvo: “Antes era riesgo hiperinflación (por emisión) y ahora se pasa a riesgo de default (por falta de superávit para honrar la deuda)”.