Hay algunos puntos que ya se conocen en relación a la negociación entre el Gobierno y el FMI: el acuerdo está empantanado y que Argentina es el principal deudor con el Fondo.
Ante ese contexto, los privados consideran que el organismo terminará aceptando la propuesta del Gobierno, para evitar que entre en default.
Mientras tanto, el equipo económico que lidera el ministro Sergio Massa, que ya arrancó con la campaña presidencial, demora su viaje a Washington. Su objetivo es lograr que el organismo perdone el incumplimiento de las metas y destrabe los desembolsos: se supone que con el próximo giro se pagarán los vencimientos postergados días atrás.
La especulación de las consultoras privadas es que problablemente el entendimiento técnico se anuncie en los próximos días. El Gobierno precisa de los desembolsos para darle aire a las reservas que están muy por debajo de lo deseado.
El análisis de las consultoras
Para Ecolatina, las reservas netas “contabilizando el pago a bonistas con fecha 9 de julio, por cerca de US$1000 millones, se encontrarían en terreno negativo por cerca de US$6500 millones”.
En tanto, Equilibra puntualizó: “El cronograma de vencimientos vigente venía pagándose con desembolsos que efectuaba el mismo organismo, pero el FMI no realizó el giro correspondiente a junio por casi US$4000 millones y Argentina debió pagar con divisas propias (parte en derechos especiales de giro, prestados previamente por el Fondo, y parte en yuanes, prestados por China). Sin embargo, esta situación no puede sostenerse en el tiempo, dado al escaso stock de reservas”.
En cuanto a por qué el FMI debería ceder a las posibilidades de Argentina, los analistas de Equilibra explican: “No hay mucho margen de maniobra de ambas partes, más temprano que tarde se alcanzaría un acuerdo. Argentina es el principal deudor del FMI (un default lo complicaría) y nuestro país tiene que pagarle en el próximo año y medio al Fondo US$5500 millones netos y US$15.000 millones brutos”.
Pero lo que es cierto también es que el organismo quiere que sus giros vuelvan de inmediato: que se usen exclusivamente para el pago de los vencimientos y no para intervención cambiaria.
Decisiones a contrarreloj
En su afán de lograr un acuerdo y continuar con la negociación, Argentina ganó tiempo al postergar los tres pagos de julio. Pero de todas maneras es necesario dejar un margen para el proceso evaluatorio del FMI, con lo cual la resolución debería darse en días más.
Lo ideal, según Equilibra, es que el FMI concrete el desembolso correspondiente a junio antes de fin de mes. De esa manera, el Gobierno contaría con un resto para pagar importaciones y administrar el mercado cambiario.
“Al cierre de la primera semana de julio aún no existe un acuerdo ‘a nivel de staff’, que suele cerrarse con el viaje de autoridades económicas del país a Washington. Una vez alcanzado este staff agreement, el acuerdo se gira al board del organismo que suele tratarlo dos semanas después y, si se consigue su aprobación, finalmente se concreta el desembolso”, explican. De allí la importancia de que el equipo de Massa viaje a Estados Unidos.
Al mismo tiempo, el economista Fernando Marull, socio de FM&A, apuntó otro dato a tener en cuenta: “Argentina debería conseguir un waiver (un perdón del FMI) por las metas ‘incumplidas’ de marzo, a cambio del desembolso de US$4000 millones, si quiere evitar caer en ‘atrasos’. Debería lograr un desembolso antes del 15 de julio, porque el FMI entra en vacaciones el 1° de agosto”.
Desde GMA Capital, señalaron: “Es fundamental que durante la próxima semana se llegue a un acuerdo con el FMI para destrabar el desembolso de US$4000 millones. En caso contrario, el Gobierno deberá afrontar los vencimientos de julio por US$2630 millones sin derechos especiales de giro”. Para esta consultora, echar mano a una nueva edición de dólar soja “no sería suficiente”, considerando la sequía y las expectativas de devaluación por parte de los productores.