La preocupación está puesta para esta semana en el dato de la inflación que se conocerá el próximo viernes cuando el Indec de a conocer los índices de precios del mes de marzo. En ese sentido, crece la preocupación no solo por el número que pueda dar el tercer mes del año, sino también por todo el acumulado de 2023.
De hecho, el pasado viernes se conoció el nuevo dato del REM donde se actualizaron las expectativas de la inflación para este año con un 110% de aumentos. Incluso, hasta contrasta el índice realizado por el Banco Central con lo que indicó el FMI con un 80%.
Ahora el foco no solo está puesto en los consumidores, sino que empieza a trasladarse a los pequeños y medianos empresarios que deben luchar con la suba fuerte de precios para la compra y venta de productos. En las últimas horas, han circulado quejas en redes sociales por los aumentos que deben enfrentar, por ejemplo, un almacenero a comparación de un supermercado de las grandes cadenas.
En ese sentido, un informe de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa señaló que “las ventas minoristas pymes descendieron 0,1% anual en marzo, medidas a precios constantes, y suman así un declive del 0,4% en el primer trimestre del año, frente al mismo periodo de 2022″.
“Cuatro de los siete rubros relevados vieron reducir sus ventas en el contraste interanual, registrándose el mayor retroceso en Indumentaria (-10,1%), mientras tres rubros finalizaron en alza, con la mayor suba en Farmacias (+8,2%)”, agregó el informe.
De acuerdo al último informe del Indec con la inflación de febrero, a nivel interanual el índice de precios superó las tres cifras y alcanzó los 102,5 puntos porcentuales. Sin embargo, hubo rubros quedaron por encima de estos números como indumentaria, que en el último año tuvo aumentos de 121%, o bienes y servicios que estaban en un 106%.
“En estos primeros meses del año, los hogares mantuvieron sus niveles de consumo en alimentos y bebidas, concretaron compras en bienes durables que tenían planificadas, especialmente electrónicos, y evitaron productos menos urgentes como indumentaria, calzados, decoración y textiles del hogar”, señala el informe del CAME.
Este puede ser un llamado de atención para el sector en medio de aumentos descontrolados en rubros que podrían verse afectados en lo que resta del año. Esto se debe principalmente a que, con un rubro como alimentos que suele ser el ancla que impulsa la inflación, los gastos de los hogares se destinen allí y no a otras cosas.
“Para el primer trimestre del año acumulan un aumento de 2,6% frente al mismo periodo del año pasado. Si bien el mes fue mejor que en 2022, los comerciantes manifestaron mucha preocupación por los precios, especialmente por carnes que subieron fuerte en febrero y marzo, y no están pudiendo trasladar a los importes la totalidad de los aumentos”, agregó el informe.
Las grandes cadenas empiezan a vencer a los pequeños comercios
Los alimentos empiezan a ser uno de los movilizadores del amperímetro de la inflación en la Argentina, no solo con efectos en las casas, sino también en los pequeños comercios. “Hubo más consumo en grandes comercios donde la gente aprovechó las ofertas y promociones agresivas, y eso también les restó ventas a los almacenes de barrio”, señaló el comunicado de CAME.
De acuerdo a un informe de Scentia en el mes de febrero, se consignó una caída de casi 9% interanual en las ventas de comercios de cercanía, donde históricamente las familias realizaron el 65% de sus consumos. Al mismo tiempo, en supermercados hubo un alza del 8,2% respecto al mismo período del 2022.
Los datos van en línea con los índices que publicó el INDEC sobre enero. Las ventas en los supermercados registraron una suba de 5,3% mensual, mientras que respecto a igual mes del año pasado avanzó 0,8%.
“Las empresas le venden más caro a los almacenes de barrio. Pero ahí no tenemos capacidad de control porque lo cierto es que no tenemos ningún tipo de convenio firmado. Los acuerdos tienen los límites que tiene una economía con 40% de informalidad”, sostuvieron desde el Ministerio de Comercio.
Qué inflación se espera en marzo
Según diferentes reportes, el tercer mes del año podría tener uno de los números más altos de los últimos años. Con un crecimiento en diferentes rubros, se espera un número que ronde el 7 por ciento, igualando los niveles de julio del año pasado, que fue el mes más alto del 2022.
De acuerdo a Focus Market, el índice “más positivo”, señalan que en marzo podría haber una inflación del 6,7% con un fuerte impulso de los alimentos que crecieron hasta siete puntos. Mientras que Fundación Libertad y Progreso da una proyección de 7,3%.
De esta forma, hubo una aceleración de 0,7 punto porcentual respecto al 6,6% de febrero y, en consecuencia, en el primer trimestre del año la inflación acumulada es de 21,3% y la variación interanual trepa al 103,5%, un punto porcentual más que la del mes previo.
Para los próximos 12 meses (marzo 2023-marzo 2024) los analistas del REM calcularon una suba de precios de 113,3%. A su vez, creen que en 2024 será de 90% y que en 2025 se ubicará en 54,6%, volviendo al nivel recibió Alberto Fernández al llegar a la presidencia.
Lo que ven los analistas es una desaceleración muy leve, ya que esperan 6,3% para abril, 6,1% para mayo, 6% para junio y julio, 6,1% para agosto y 6.2% para septiembre.
Estas cifras hacen peligrar los acuerdos de precios que firmó el ministro de Economía, Sergio Massa, con subas acotadas entre 3,2% y 4%.