El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció este lunes que los salarios menores a $ 1.500.000 (en bolsillo) no pagarán impuesto a las Ganancias desde octubre, al tiempo que enviará al Congreso Nacional un proyecto de ley para su eliminación definitiva para los trabajadores de la 4ª categoría.
La suba del piso del mínimo no imponible será implementada a través de un Decreto, por la facultad para tal fin otorgada por la Ley N° 27.667 sancionada el 29 de diciembre del 2021.
A su vez, Massa girará al Parlamento un proyecto de ley para eliminar este impuesto para trabajadores y jubilados, pero se mantendrá para funcionarios públicos directores de sociedades anónimas, CEO, gerentes y subgerentes y pensiones de privilegio.
Dado que es un impuesto anual, en caso que se apruebe la ley entrará en vigor desde el 1° de enero de 2024, mientras que entre octubre y diciembre la modificación se aplicará por el DNU que se utiliza de “puente”.
De esta manera, los salarios devengados de octubre ya estarán alcanzados por los cambios y quienes ganen hasta $ 1,5 millones de bolsillo no sufrirán descuentos tributarios. Esto significa que el alivio lo verán parcialmente durante octubre los que cobren por quincena o en forma plena quienes perciban sus remuneraciones en noviembre.
Por tanto, no tendría impacto sensible en las elecciones del 22 de octubre, más allá de la expectativa futura. No obstante, cabe recordar que Massa siempre impulsó la eliminación de Ganancias para los asalariados.
El cálculo para fijar el piso del impuesto a las Ganancias establece como parámetro el equivalente a 15 Salarios Mínimos Vitales y Móviles (SMVM). El SMVM actual es de $ 118.000 que multiplicado por 15 arroja un valor de $ 1.770.000 bruto, que se traduce en $ 1.500.000 de bolsillo.
El beneficio desde octubre alcanzaría a 800.000 trabajadores, de acuerdo a las estimaciones del Palacio de Hacienda. A su vez, se mantiene el diferencial de 22% para zona desfavorable.
A valores actuales sólo pagarían Ganancias 90 mil trabajadores, que equivale al 0,88% de los empleos del país.
La norma que se discutirá el Congreso bajo la denominación “Mayores Ingresos” propone que las actualizaciones sean semestrales en enero y julio, que además serían automáticas con la variación del SMVM.
Asimismo, se impulsará la eliminación de las distorsiones de las deducciones personales y generales.
El proyecto fue respaldado por el sindicalismo que acompañó la presentación de un afónico Massa con una concentración de trabajadores en la puerta del Palacio de Hacienda.
“El salario no es ganancia”
Con muy poca voz, Massa inició su presentación afirmando: “Para mí el salario no es ganancia, el salario es remuneración. Es el pago por el trabajo y el esfuerzo que hace cada trabajador y es vergonzoso que paguen un impuesto.
“Tenemos que terminar con esta locura del médico o el docente que trabaja más y pierde su trabajo en Ganancias”, enfatizó, al tiempo que exhortó a la oposición a que acompañe su propuesta.
El ministro recalcó que “sólo 80 mil gerentes pagarán este impuesto, pero ya no lo pagarán el salario, los viáticos o las horas extras de los trabajadores”.
Massa subrayó: “Estamos tratando de marcar el sendero claro de que mi presidencia va a estar marcada por el salario y la recuperación del ingreso”.
Actualmente, el piso mínimo para quedar exento del pago de este tributo es $700.870. La medida anunciada permite que los trabajadores que logren aumentos salariales para equiparar la inflación no vean disminuidos sus ingresos por caer dentro de las diferentes escalas del impuesto.
El cálculo oficial estima que tras las modificaciones implementadas para salario neto de bolsillo de $667.998,69, la mejora es $117.690,32 (+21,4%); para uno de $717.998,69 es de $135.190,32 (+23,2%); para uno de $767.998,69, es de $152.690,32 (+24,8%); para uno de $817.998,69 es de $170.190,32 (+26,3%); para uno de $867.998,69 es de $187.690,32 (+27,6%).
Por su parte, el economista, Daniel Artana, criticó la medida: “La gente de menores recursos no liga nada de todo esto. Es una medida de una profunda regresividad”.
De acuerdo a las cifras oficiales del Indec la medida les ofrecerá un desahogo económico a los dos déciles más altos de la estructura de ingresos formales de la Argentina.
Cálculos de la AFIP estiman que esta eliminación redundará en una poda del 30% de los ingresos fiscales por el impuesto a las Ganancias. De enero a agosto este tributo aportó $ 5 billones, de los cuáles $ 1,6 billón los sumaron los asalariados de la 4ª categoría. Por tanto, se perderían el equivalente a unos $ 500.000 millones.