En los primeros seis meses del 2023 observamos un crecimiento de los salarios en un 42%. Sin embargo, la inflación acumulada en el primer semestre es un 50,7%.
Esta es una de las principales preocupaciones del Gobierno hacia las PASO, porque implica que hasta el momento los asalariados perdieron 8 puntos en la comparativa.
Lo que resta saber es qué sucederá los meses próximos hasta fin de año. ¿Se podrá revertir la tendencia o la brecha se acentuará?
Paula Pía Ariet, economista y directora de Gestión Consultores, señaló que, si bien es difícil establecer una comparación entre los distintos convenios paritarios que se van cerrando -por los plazos de vigencia, la base sobre la que se calculan los aumentos, etc.-, se observa que, en 2023, los salarios tendrían un aumento de 110% a 120% en promedio.
De ser así, planteó, quedarían unos 20 puntos por detrás de la inflación proyectada, que ronda el 140%. Se debe recordar que el más reciente Relevamiento de Expectativa de Mercado (REM), que publica todos los meses el Banco Central, mostró una leve disminución del pronóstico de aumento acumulado de precios, que era de 148,9% y descendió al 142,4% en julio.
Ariet resaltó que esta pérdida de poder adquisitivo tiene como correlato la caída del consumo en los últimos meses.
El humor social hacia las PASO
Desde la consultora Marangoni & Rodríguez Asociados publicaron un informe titulado “Con el agua al cuello”, donde muestran los principales resultados económicos y sociales antes de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) que se realizarán el domingo 20 de agosto en todo el país.
“Es un tablero completo que recopila cómo llegan las variables económicas y sociales antes de una elección, pero no pretende tener ningún valor predictivo sobre posibles resultados. Nos ayuda a describir objetivamente la realidad y el contexto que moldea la sensación térmica que tiene el votante en cuanto a su bolsillo y expectativas”, aseguran en el informe.
“La percepción de la población sobre la tarea del gobierno en general y del presidente en particular son de los peores registros en décadas (solo comparable a la crisis 2001-2002). La negatividad en la imagen del presidente supera el 70% y el indicador de confianza en gobierno es 1.20 (según UTDT), cuando el peor registro del período de Macri fue 1.50″, concluyen.