Dada la incertidumbre a raíz del inminente cambio de régimen cambiario, la actividad económica se resintió en marzo y cayó 1,8% con relación al mes anterior, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
En cambio, mostró un alza de 5,6% frente a igual período del año pasado, suba que en buena parte se justifica por una base de comparación muy depreciada. Cabe recordar que en marzo de 2024 la economía se desplomó a raíz de las medidas que había tomado el gobierno de Javier Milei en sus primeros meses de mandato.
Durante marzo y abril, la economía entró en pausa porque empresas y personas aguardaban los cambios en materia cambiaria que se produjeron a mediados de abril.
El presidente recordó esta situación durante su último discurso ante empresarios americanos. Culpó a la “política” por el mal clima de esos días, cuando el gobierno tuvo que dictar un decreto, que luego tuvo que validar el Parlamento, para avanzar en el acuerdo con el FMI.
Con este contexto desfavorable, la economía entró en “stand by” lo que provocó una caída respecto de febrero y un incremento menor al pretendido en la comparación interanual.
Por eso, el primer trimestre cerró con una expansión de 6,1%, algo menor al 6,3% del primer bimestre.
Superado el stress cambiario y con una situación más estabilizada, los indicadores adelantados permiten inferir que en abril se retomó la senda ascendente.
Las proyecciones oficiales y de organismos internacionales señalan que la actividad económica crecerá más de 5% durante 2025. El gobierno aspira a que el avance sea superior para potenciar sus posibilidades electorales.
En la comparación interanual se destaca el fuerte incremento de casi 30% que se observó en el sector financiero. También acompañaron las recuperaciones de 9% en construcción, 4,2% en industria y 6% en el agro.
El gobierno avanzó en los últimos días en una serie de reducción de aranceles y de bajas de retenciones a productos industriales y al agro para favorecer la recuperación de la producción y la inversión.