El mercado respondió sin mayores sobresaltos a las manifestaciones que lanzó sobre el precio del dólar el futuro ministro del Interior, Guillermo Francos, y las cotizaciones de la divisa sujetas a la oferta y la demanda exhibieron mínimas variaciones.
Francos sugirió que veía como razonable un precio del dólar entre $ 600 y $ 650, lo que equivale a una devaluación del 75% que podría implementarse a partir del próximo lunes.
El reemplazante de Eduardo “Wado” de Pedro deslizó esta apreciación el domingo por la noche en una nota periodística. Resulta difícil pensar que fue un concepto dicho en el fragor de la entrevista estando a pocas horas del inicio de las operaciones financieras de la última semana previa al recambio de gobierno.
Con este número sobre la mesa, la expectativa estaba centrada en cómo responderían las diferentes cotizaciones, ante una referencia cierta de cuánto puede modificarse el tipo de cambio.
Finalmente la operación transitó en calma. El “blue” cerró en $ 910 para la compra y $ 930 para la venta, con una baja de $ 25 con relación al viernes.
En tanto, en la Bolsa de Comercio los resultados fueron mixtos. El MEP subió 1,2% a $ 913,05, mientras que el Contado con Liquidación (CCL) retrocedió a $ 889,19.
En las operaciones a futuro la divisa cerró a $ 741,40 a fin de diciembre, con una caída de $ 10,60. A fin de enero se pagó $ 828 y a fin de febrero $ 900. De esta forma se mantuvo la tendencia bajista de las últimas jornadas.
En lo que respecta a las cotizaciones reguladas, el Banco Central ajustó el dólar mayorista 0,37% a $ 362,45. En tanto, el Oficial subió 0,31% a $ 389,37. De esta forma los consumos con tarjetas en moneda extranjera se liquidan a una cotización de $ 969,04.
En otro orden, la autoridad monetaria terminó su participación en el mercado de cambios vendiendo US$ 85 millones, la sexta vez durante las últimas siete jornadas. De esta forma en las dos jornadas de diciembre la autoridad monetaria cedió US$ 192 millones.
El desembolso es producto de la casi nula oferta por parte de los exportadores, mientras que se atendieron pagos parciales a importadores.
Dado el actual sistema cambiario para la liquidación de exportaciones, (50% a través del Contado con Liquidación y 50% en el MULC) el tipo de cambio promedio fluctúa entre $ 610 y $ 630. Sin embargo, los agentes están a la espera del cambio de gobierno y de las nuevas reglas de juego para poner los dólares arriba de la mesa.
Incluso trascendió que las cerealeras ya negociaron con el futuro ministro de Economía, Luis Caputo, un adelanto de exportaciones por alrededor de US$ 5.000, que serán fundamentales para encarar los primeros días de gobierno.
El rumor, más los dichos de Francos que a esta altura no parecen inocentes, confluyen para llevar cierta previsibilidad al mercado de cambios, lo cual será fundamental para manejar la expectativa de precios.
Cabe recordar que Argentina estará sometida a un stress financiero en el final del año ya que debe pagarle el 21 de diciembre al FMI un vencimiento de capital por US$ 900 millones que, si lo desease, puede posponerse hasta el día 29.
El organismo mantiene pendiente la última revisión del acuerdo y en caso de una negociación exitosa en el corto plazo Argentina podría recibir el desembolso de US$ 2.600 millones sujetos a esa auditoría.
Las primeras conversaciones entre el presidente electo Javier Milei y funcionarios del FMI tuvieron un resultado positivo, pero ahora resta que las partes acuerden un nuevo convenio, que sin dudas deberá incluir una nueva reformulación de metas.