El Gobierno Nacional aseguró este miércoles que las negociaciones paritarias permitieron que los incrementos salariales que se otorgaron este año estén por encima de la carrera de la inflación, aunque reconoció “alguna demora”.
“Pese a la acelerada inflacionaria que hemos tenido, al mes de agosto la inflación acumulada estaba en 56,4% y el promedio de los convenios colectivos estaba en 57,1%. La realidad es que, frente a un fenómeno como inflaciones altas y pocos previsibles como las que tuvimos en estos meses, la negociación colectiva viene demostrando que va ajustando salarios, quizás con alguna demora, pero va ajustando con la inflación”, remarcó el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, al exponer este miércoles en la Cámara de Diputados.
Moroni ponderó las gestiones oficiales para promover mejoras salariales, al señalar que en el Ministerio de Trabajo se homologaron este año 2.700 convenios colectivos. “No tenemos otro antecedente ni cercano, esto significó aproximadamente 10.000 audiencias paritarias y unas 56.000 conciliaciones por conflictos laborales”, destacó.
“La inflación lo que genera también es que tenemos mayor cantidad de negociaciones y renegociaciones”, completó al iniciar este miércoles su exposición ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda, en el marco de las discusiones sobre el Proyecto de Presupuesto 2023.
El drama vinculado con el impacto de la inflación en el poder adquisitivo fue uno de los puntos de tensión en el Frente de Todos y hasta la vicepresidenta Cristina Kirchner le reclamó en varias oportunidades acciones urgentes al presidente Alberto Fernández ante el fenómeno de los “trabajadores pobres”.
En 33 meses de gestión (pandemia de por medio) la gestión de Alberto Fernández ya acumuló 243,6% de inflación y se encamina a superar ampliamente en el mandato los 295,7% de Mauricio Macri, récord desde la salida de la hiperinflación a principios de los años 90.
En ese contexto, los gremios de los bancarios y de los camioneros, dos de los más poderosos del país, decidieron pedirle al Gobierno que vuelva a subir en forma urgente el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias para los asalariados, para evitar que el tributo se lleve gran parte de los reajustes salariales que se están acordando en medio de la escalada inflacionaria.
El primero en hacer el pedido fue Pablo Moyano, secretario general adjunto del Sindicato de Choferes de Camiones (Sichoca). “Le hemos pedido al presidente Fernández que se levante el piso del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias”, dijo Moyano en declaraciones a la prensa. Y comentó que también insistió por un bono (una suma fija) para los trabajadores que no llegan a cubrir la canasta básica para sus familias, es decir, que cerraron agosto con ingresos inferiores a 119.757 pesos.
Por otro lado, el secretario general de la Asociación Bancaria y diputado nacional del Frente de Todos, Sergio Palazzo, confirmó que le envió una nota escrita al ministro de Economía, Sergio Massa, para solicitarle que se adelante la suba del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias.