El dólar acentuó la tendencia bajista de las últimas semanas y perforó los $ 1.000 para cerrar este viernes a $ 955 para la compra y $ 985 para la venta en la city porteña. En tanto, en Córdoba, la divisa paralela cotizó a $ 968 para la compra y $ 995 para la venta.
El buen clima financiero se extendió al mercado de acciones y bonos y en consecuencia el Riesgo País también continuó retrocediendo para culminar la rueda por debajo de los 1.300 puntos, el valor más bajo en casi cuatro años.
Los analistas entienden que este proceso es consecuencia de la aparición de los dólares de la cosecha que dado el dólar “blend” (20% de liquidación en mercados financieros y 80% en el mercado oficial) fuerza a la baja tanto el MEP como el Contado con Liquidación.
“Los flujos van a continuar mandando en esta etapa”, señaló el analista económico, Gustavo Ber.
“El exceso de dólares del campo se complementa con una menor demanda a raíz de la dura recesión en curso y el cepo, así como el efecto ‘descanuto’ de algunos agentes económicos al tener que liquidar tenencias para financiar sus compromisos corrientes”, añadió Ber.
Un agente de la city porteña reconoció en parte esta situación: “Crecen las ventas de 100 o 200 dólares que se ve que son para cubrir gastos del mes”.
Si bien cabe recordar que este es un mercado limitado, la sumatoria de factores llevan a que el dólar continúe depreciándose y generando muchísima incertidumbre entre aquellos que creen que el Gobierno puede incurrir en un peligroso atraso cambiario.
Pero el presidente, Javier Milei, otra vez salió al cruce de quienes sostienen esta teoría y negó cualquier tipo de cambio en este esquema monetario, que establece una actualización del precio de la divisa a un ritmo de 2% mensual.
“No tiene ningún sentido hacer eso”, enfatizó Milei durante una entrevista con una agencia internacional de noticias.
El presidente afirmó que “lo dicen algunos economistas locales y están absolutamente equivocados” y, al cuestionarlos, señaló: “La primera pregunta es por qué yo tengo que hacer saltar el tipo de cambio hoy si el tipo de cambio libre paralelo coincide con el oficial”.
“Me parece que a los economistas les cuesta salir de ciertos modelos mentales que traen en la cabeza. Y bueno, es como decimos nosotros, ¿no la ven?”, añadió el jefe de Estado.
La diferencia que el presidente elude en este análisis es que el dólar oficial se encuentra inmerso en una serie de restricciones que hacen que su cotización aún no sea absolutamente libre. Por ejemplo, debido a las limitaciones que aún operan para el pago de importaciones.
Al cierre de la jornada de este viernes el MEP quedó en $ 994, mientras que el Contado con Liquidación finalizó la semana en $ 1.041.
La misma estabilidad se observó en los futuros del dólar. A fin de abril se cerraron negocios a $ 886, mientras que para fines de mayo se pactaron a $ 925. El dólar de referencia para exportación quedó en $ 894,20.
En este escenario, el Banco Central volvió a comprar reservas, en este caso U$S 319 millones. Así sumó en tres ruedas de abril U$S 1.032 millones.
La consultora ABC Mercados subrayó que la rueda de este viernes también tuvo un importante volumen transado de U$S 526 millones.
Riesgo País
En el mercado de bonos continuó la buena racha para los títulos argentinos con subas que superaron el 2,6%. El referencial AL30 tuvo un cierre de U$S 56,55 y por lo tanto acumula en el año un incremento de casi el 50%.
En consecuencia el Riesgo País retrocedió otro escalón para quedar en 1.299 puntos, el valor más bajo desde septiembre de 2020. En lo que va de 2024 el indicador que elabora el JP Morgan retrocedió más de 31%.
Este comportamiento es producto de cierta recomposición en la confianza de los inversores sobre la evolución de la economía argentina.
En el mercado accionario el Merval se mantuvo estable, pero la buena noticia llegó desde Estados Unidos, donde los ADRs de empresas argentinas que cotizan en Wall Street experimentaron subas de hasta 11%, como el caso de Transportadora Gas del Sur.
La decisión del Gobierno de avanzar en la actualización de las tarifas energéticas es uno de los motivos que impulsó el valor de los activos nacionales.