Con la proximidad de la Semana Santa y la celebración de la Pascua, el consumo del pescado en reemplazo de la carne de cerdo y vacuna comenzó a aumentar como cada año, y ante este incremento, también se empezaron a notar las subas en los precios del pescado.
Sin embargo, y en consonancia con los aumentos en los alimentos que se vienen registrando en los últimos tiempos, el incremento del pescado de este año es superior al de años anteriores, con una suba interanual del 66% en el caso del filet de merluza.
Así, en determinadas pescaderías de la Ciudad de Buenos Aires, el mismo se puede conseguir desde los $900 a los $1.100. Mientras que la merluza rebozada está costando $1.200 y el filet de brótola, $1.250.
Quizá uno de los consumos más caros sea el salmón rosado, dado que se registran precios de hasta $3.500 por kilo. Asimismo, la bandeja de este producto se puede encontrar por $1.300, mientras que el kilo del calamar ronda los $900.
Comparativa con los precios de la carne
Pero como ya se planteó, la suba del pescado no es algo exclusivo de este tipo de alimento, sino que viene enmarcado dentro de todo un contexto inflacionario y, por supuesto, la carne vacuna y de cerdo no es la excepción.
Según un análisis realizado por el Observatorio RePerfilAr, poder hacer un asado para seis personas en el mes de marzo costaba $11.810, pero transcurrido un mes, ya en abril, el costo del mismo se ha visto incrementado notablemente, llegando a valer $12.350, alrededor de $500 más en tan solo 30 días de diferencia, lo que equivale a un 4,5%.