El efecto de la inflación y con la peor sequía en años, la Argentina atraviesa un período de dificultad para levantar a un país donde los sueldos están siendo arrasados por el encarecimiento de precios. En ese sentido, un informe privado señaló que la actividad económica se estancó en el primer bimestre del 2023.
El documento presentado pro Ecolatina señala que tras cuatro meses de caída en el cierre del año pasado, la actividad económica se estacó en un nivel 2,1% más bajo de lo que se vio en agosto, el último mes de crecimiento. En el primer bimestre del año, subió apenas un 1,6%, con caídas en cinco de los quince sectores para febrero.
En ese sentido, señala que esto estuvo acompañado por restricciones a las importaciones, el deterioro de los ingresos reales, un impacto parcial de la sequía (trigo) y una política fiscal-monetaria con mayor sesgo contractivo.
La industria manufacturera fue de las más afectadas, con caídas del 1,3% a nivel interanual, principalmente por la caída en las importaciones, además de un impacto fundamental como fue la pérdida en el dinamismo de consumo con sueldos afectados por la inflación.
En ese sentido, Alberto Fernández señaló días atrás que “en el primer trimestre, la actividad industrial fue la más alta de los últimos 5 años”, algo que según informó el sitio Chequeado es apresurado. Esto se debe a que no es posible hacer la comparación, ya que las estadísticas no están disponibles.
Sin embargo, la actividad industrial es medida por el Índice de Producción Industrial manufacturero que elaboró el INDEC. De acuerdo a esto, en el primer bimestre de 2022 el IPI manufacturero fue de 129,9. Se trata del mayor valor para igual período en los últimos 5 años, superado sólo por 2018 (132,9) y 2016 (136,2), año en el que comienza la actual serie.
Pero, cabe aclarar que el documento de la consultora toma en cuenta el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) que cuenta con información de todas las actividades productivas del país y permite anticipar las variaciones del Producto Bruto Interno.
En ese sentido, el primer bimestre de 2023 (114,9) fue similar al de 2018, y ambos representan el mayor valor desde 2015 (117,6).
Luego le siguió una caída en Intermediación financiera (-2,7% i.a.), que ya acumula siete meses en terreno negativo, afectado por el alza en las tasas de interés; mientras que Comercio mayorista y minorista (-0,5% i.a.) mostró una desmejora en su desempeño en un contexto de menor demanda interna y complicaciones en el abastecimiento de bienes extranjeros.
En sentido opuesto se encuentra la industria del petróleo y gas, con los destaques de Vaca Muerta, como también actividades vinculadas al turismo por la época del año. Sin embargo, son dos sectores que están trabajando por debajo de los niveles de la pre pandemia: el primero se ubicó un -4,1% por debajo del mismo mes de 2019, mientras que el segundo un -6,7%.
Las proyecciones para el resto de 2023, con el efecto de la sequía
Uno de los grandes problemas para el PBI de este año es la brutal sequía que afectó gran parte de la cosecha de este inicio de año, generando una fuerte caída en las reservas del Banco Central y sumando más presión sobre la inflación que ya venía escalando desde el 2022.
En el último mes, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires ajustó por sexta oportunidad su estimación para la soja, de 25 a 22,5 M/Ton, mientras que para maíz la mantiene en 36 M/Ton, tras los cuatro ajustes que arrastra desde la primera estimación de septiembre 2022 (50 M/Ton).
Junto a una aceleración inflacionaria que esperamos tenga un mayor impacto sobre los ingresos reales y, por ende, sobre el consumo privado, ajustamos la estimación del PIB nuevamente a la baja para 2023, previendo una caída que tendría un piso en torno al 3% interanual en el promedio anual.