Cerca de 8 millones de niños y adolescentes viven en la pobreza, más de 4 millones de ellos tiene graves problemas de alimentación, y 1.780.000 manifestaron haber pasado hambre en la Argentina por la falta de ingresos para sostener una vida digna.
Estas cifras sobre la delicada situación de los menores son las más altas desde 2010, de acuerdo al trabajo realizado por la Universidad Católica Argentina (UCA) con datos referidos a 2023.
Por otra parte, cabe suponer que el panorama habría empeorado en los siete primeros meses de 2024 debido a la fuerte recesión económica que transita el país.
Los datos oficiales que elabora el INDEC para el primer semestre de 2024 serán difundidos el próximo 26 de septiembre.
El estudio presentado por la UCA se realizó bajo el título “Trazando el Camino: Privaciones Estructurales, Avances y Desafíos en los Derechos de la Infancia y Adolescencia. Argentina 2010-2023″.
Además de los ingresos, el informe incorpora otros conceptos con lo que busca ampliar el análisis y brindar una perspectiva más amplia de cómo vive esta franja etaria de la sociedad argentina que incluye a unos 12.700.000 chicos y adolescentes hasta 17 años. Los datos del INDEC sólo muestran porcentajes generales.
El esquema diseñado por la UCA es de “pobreza multidimensional” y en allí se observan las condiciones de vivienda, salud, educación y acceso a conectividad.
Al analizar lo que el informe denomina “Derecho a la subsistencia”, se desprende que en 2023 el 62,9% de los niños y adolescentes -7.988.000- vive en situación de pobreza y el 16,2% -4.089.000- lo hace en la indigencia.
“Esta es la cifra más alta desde el 2010″, afirmó la UCA, que además añadió que “desde el 2020, las transferencias de ingresos no contributivas, entre la que se encuentra la Asignación Universal por Hijo (AUH), alcanzaron a más del 44%” de ese conjunto. De allí que en caso de retirarse la asistencia del Estado las cifras serían muy superiores.
El informe de la UCA señala que “de 2011 hasta 2023, se percibe un aumento constante en la proporción de hogares y personas con dificultades para acceder a una canasta básica alimentaria o total, con un incremento más pronunciado en la pobreza”.
Uno de cada tres chicos “no puede acceder a alimentos nutritivos”
En lo que se refiere a lo estrictamente alimentario, uno de cada tres chicos “no puede acceder a alimentos nutritivos y variados por limitaciones económicas”, lo que equivale a 4.100.000. Y dentro de ese conjunto 1.780.000 declararon que “experimentaron hambre” por problemas económicos.
“El esfuerzo de los hogares y la cobertura de las políticas públicas han tenido un papel crucial en la mitigación de la pobreza, pero persisten desafíos estructurales en la economía que requieren atención”, insistió la UCA.
Los programas alimentarios desplegados en 2023 cubrieron a más del 60% de esta franja de la población pero “debido a los altos niveles de inflación y al bajo poder adquisitivo de los salarios es necesario mejorar la eficacia, cantidad y calidad de las ayudas directas e indirectas”, indicó la institución.
En cuanto a la salud el 55,8% de la población en estudio no cuenta con obra social, mutual ni prepaga por lo que dependen exclusivamente del sistema estatal para recibir atención médica.
De este 55,8%, 90% son del estrato social más bajo.
En lo que respecta a la vivienda se evalúa el acceso a tres servicios básicos: acceso a agua corriente, red de cloacas e inodoro con descarga. En este caso el 40% tiene algún tipo de deficiencia lo que representa a casi 5 millones de chicos.
Con relación a la educación, el 23% de los niños/as de 3 a 5 años se encuentran no escolarizados. Por otro lado, el 82,6% de los niños/as y adolescentes entre 6 y 17 años asiste a una escuela de gestión estatal.
La evaluación también avanza sobre una serie de indicadores relacionados a los estilos de disciplinamiento, opciones de formación y socialización secundaria no escolar.
En el grupo de niños entre 0 y 8 años, se destaca que el déficit de estimulación verbal en esta población asciende al 28%, el déficit de interacción a través del dibujo entre 1 y 8 años al 16,4%, a través de las canciones al 11,5% y mediante el juego al 5,6%.
Por otro lado, el 52,4% de la población entre 5 y 17 años no realiza deporte fuera de la escuela. Además, el 80,8% de este grupo etario no concurre a actividades culturales. Es decir, la mayoría de los chicos hasta 17 años no participa de espacios alternativos al escolar.
También se evaluó la relación con la tecnología y de acuerdo al trabajo 7 de cada 10 chicos tienen un comportamiento sedentario.
Dentro de los que tienen entre 5 y 17 años, el 17,8% no accede a Internet, el 24,4% no lo usa, el 51,1% no tiene celular y el 54,7% vive en hogares sin computadora.
La UCA señaló que todos estos déficits han mejorado desde el 2010.
El déficit en lectura de textos impresos y en tener una biblioteca en el hogar alcanza al 60,1%. Más de la mitad de los niños/as y adolescentes mayores a 5 años no presenta el hábito de lectura en 2023.