Con frases imbricadas y que se prestan a dobles interpretaciones, el ministro de Economía, Luis Caputo, puso otra vez sobre la mesa el inicio de una negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que incluya apoyo financiero.
Tras haber sido distinguido como el “Ministro de Finanzas del Año” por la publicación especializada LatinFinance en Washington, Caputo aceptó preguntas de la prensa y ante una consulta puntual al respecto contestó: “Puede o no, depende del tipo de programa que terminemos arreglando. Sería lo más normal (que haya fondos)”.
De esta forma, el ministro vincula hechos fácticos con eventualidades que pueden surgir de las diferentes conversaciones que se llevarán adelante por las condiciones que impone la actual relación del país con el FMI.
Argentina y el FMI están obligados a seguir sentándose a cada lado de una mesa para definir cómo el país pagará el crédito de US$ 44.000 millones, dado que el volumen de vencimientos que se acumula desde 2026 es de casi imposible cumplimiento.
En 2025 las obligaciones a cancelar ascienden aproximadamente a US$ 3.000 millones, divididos por partes iguales en los dos semestres, un monto que Argentina podría afrontar si accediera al mercado de capitales.
De qué depende las negociaciones
Actualmente, ambas partes se encuentran realizando la octava y novena revisión del acuerdo vigente que dispara el último desembolso por algo más de US$ 1.000 millones.
Luego, de manera obligada, las conversaciones deberán continuar y sobre esa circunstancia pivotea Caputo para mantener vivo el mensaje hacia el mercado financiero de que Argentina tendrá los dólares que necesite para afrontar sus compromisos de deuda.
Pero al mismo tiempo que atiza esta posibilidad, Caputo avisa que las supuestas negociaciones “llevarán tiempo”. Las idas y vueltas sobre este tema, que ya se extienden por más de siete meses, obliga a tomar reserva sobre la forma de su concreción.
Ese “tiempo” que dice Caputo refiere a una circunstancia fuera del alcance del Gobierno argentino: las elecciones en los Estados Unidos que tendrán lugar el 5 de noviembre.
Hasta que no se conozca el sucesor de Joe Biden, no hay garantías de que las promesas que se consigan por estos días en Washington sean cumplidas.
De hecho, la reunión formal con foto entre Caputo y la titular del FMI, Kristalina Georgieva continúa demorándose. Ninguna de las dos partes confirma día, horario y lugar de para ese encuentro, del cual sólo interesa la ratificación o no del inicio de conversaciones formales.
El cepo
En las últimas horas el presidente Javier Milei dejó una aseveración contundente acerca de la necesidad de dólares para abrir el cepo: “Si ponen la plata lo abro hoy, no me importa nada”.
Tanto el presidente, como el equipo económico, quieren tener los billetes disponibles en el Banco Central parta hacer frente a una eventual corrida cuando se levanten las restricciones.
Cabe recordar que las reservas netas siguen negativas en el orden de los US$ 5.000 millones (aunque depende cómo se midan).
Por otro lado, el Gobierno descartó que los dólares ingresados por el blanqueo se conviertan en ese necesario respaldo. Si bien dicen que pretenden que ese dinero financie al sector privado, la otra parte de la verdad es que no quieren generar la incertidumbre sobre el toqueteo de esos fondos por parte del Banco Central.
En las últimas horas el Banco Mundial informó de una serie de créditos para el país, pero que ya formaban parte de proyectos que estaban en carpeta y que fueron comunicados en otras ocasiones. Sólo fue un refresh de casos conocidos.
Sobre la acumulación de dólares las buenas noticias vienen desde adentro. El Banco Central continuó este miércoles con la dinámica compradora e incorporó 40 millones millones. De esta forma ya sumó durante octubre casi US$ 998 millones.
Por otro lado, quienes blanquearon mantienen sus posiciones y en los depósitos se mantienen U$S 30.100 millones en las cuentas, de acuerdo a los últimos datos.
Buenas noticias para el agro
La otra gran noticia fue de carácter climatológico las copiosas lluvias que se sucedieron en los últimos días en las principales zonas agrícolas del país salvaron en buena medida la cosecha de trigo y potenciarán la siembra de soja.
“Las lluvias recientes en la región núcleo no solo han superado las expectativas, sino que están transformando por completo el panorama agrícola”, Cristian Russo, jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Esta mejora garantizará un buen ingreso de divisas por la cosecha fina, que además servirá de puente para esperar la gruesa del año próximo con un panorama mucho más favorable.