La emocionante historia de dos soldados rivales que intercambiaron sus cascos en Malvinas, 37 años después se reencontraron

El marine británico Andy Damstag, tenía 25 años cuando junto a su compañía el 11 de junio de 1982 era punta de lanza del ataque a Monte Harriet. La posición elevada era defendida por el Regimiento de Infantería 4 de Curuzú Cuatía, en la cual se encontraba el enfermero militar, cabo Héctor Pereyra de 18 años. Héctor fue tomado prisionero por Andy y le colocó su casco para protegerlo del bombardeo.

La emocionante historia de dos soldados rivales que intercambiaron sus cascos en Malvinas, 37 años después se reencontraron
14 de junio de 1982 -Cese de fuego en Malvinas\u002E

Héctor Pereyra es veterano de Malvinas de nuestra ciudad. En abril de 1982 tras un año en la Escuela de Suboficiales egresó a los 18 años como enfermero militar. Fue comisionado a Malvinas con el Regimiento de Infantería 4 de Curuzú Cuatía que llegó a la Islas el 25 de abril.

Héctor en Malvinas.
Héctor en Malvinas.

En la batalla de Monte Harriet, fue herido en una de sus piernas por las esquirlas de una granada británica, fue tomado prisionero y llevado al buque sanitario donde los médicos británicos le salvaron la vida.

Luego de terminar la contienda, Héctor, tuvo que curar las heridas físicas y psicológicas de la guerra, un tormento que tuvieron y aún deben enfrentar los veteranos de ambos países.

Andy en Malvinas.
Andy en Malvinas.

Tras su retiro del Ejército en 2010, Héctor dedicó su vida a generar conciencia entre las nuevas generaciones, mediante charlas escolares sobre aquellos héroes que dieron su vida por la patria, y hoy la mayoría descansan en paz, finalmente con su nombre y apellido en las cruces blancas del Cementerio Darwin de Malvinas.

Hace poco, Héctor recibió una grata sorpresa. A través de las redes sociales, fue contactado por Andy, aquel soldado británico que ante tanta muerte y destrucción aquella noche, mostró compasión y respeto por aquellos jóvenes y aguerridos soldados argentinos que defendían su patria ante una desigualdad de fuerzas y tecnología militar.

"Hola, Héctor, mi nombre es Andy cuando era un joven Royal Marine, te conocí a ti y a tu amigo durante la batalla del Monte Harriet en las Malvinas, si recuerdas, intercambiamos cascos (porque quería un recuerdo de nuestra reunión) cuando vinieron los helicópteros (británicos para evacuar los heridos de ambos bandos) al despegar de la montaña, me devolviste el casco, ahora me gustaría devolverte el tuyo. Un amigo mío dice que son valiosos para los coleccionistas, pero te lo pedí prestado hace treinta y siete años y ahora quiero devolvértelo. (Le escribió Andy, mientras muestra una foto con el casco de Héctor Puesto)".

Andy hoy.
Andy hoy.

En el interior, del casco sobre el armazón hay una inscripción "Cabo. H. Pereyra" y su número de DNI. Fue a través de esa inscripción que Héctor hizo antes de ir a Malvinas, lo que le permitió a Andy poder localizar a su viejo amigo de aquella noche fatídica.

"Bueno, es grande mi emoción. Soy Héctor Pereyra. Pude conocerte por video llamada y recuerdo el intercambio de casco, solo tenía 18 años en 1982, era un joven suboficial del Ejército y fui destinado a combatir, no entendía mucho en ese momento. Hoy tengo 56 años, estoy casado hace 34 años, tengo 4 hijos y 8 nietos. Con el tiempo la guerra no me dejó daños físicos ni psíquicos, como tampoco resentimientos, solo recuerdos. Ahora puedo vivir este momento tan agradable el de poder conocer a quien en ese combate lo tenía como enemigo, Dios me regaló tan grande bendición".

Héctor hoy.
Héctor hoy.

-Andy- "Bendito sea Dios por darme la posibilidad de tenerte como amigo. Ahora estoy casado y tengo tres hijos adultos, dos niños y una niña, tres nietas y un nieto, pasé otros ocho años en la marina después de la guerra y viajé por el mundo acompañado del casco que me diste, espero que podamos encontrar una manera de devolvértelo pronto"

-Héctor- "¡Qué alegría! Yo seguí hasta el año 2010 en el Ejército sirviendo a mi patria. Ahora solo me dedico a mi familia a quien amo".

-Andy- "Estoy muy contento de encontrarte bien y feliz con tu familia, has servido bien a tu país y ahora mereces una vida pacífica, agradezco a Dios que podamos comenzar nuestra amistad". Finalizaron los emocionantes mensajes.