Valentino Rossi se despidió del motociclismo profesional con su última carrera en MotoGP y fue homenajeado como el ídolo de toda una generación.
El italiano compitió en el Gran Premio de Valencia y cerró su magnífica carrera, llena de conquistas, victorias, marcas históricas y motivaciones para los más jóvenes.
Rossi finalizó décimo en su última participación pero poco le importó a sus millones de fanáticos. Fue una despedida a lo grande, como Vale merecía.
Las múltiples banderas amarillas, las insignias con la leyenda “VR46″ y los carteles que marcaron un infinito “Grazie Vale” coparon el circuito Ricardo Tormo.
El nueve veces campeón del mundo fue lanzado al aire y homenajeado por los protagonistas de su staff, sus rivales y admiradores más cercanos.