El histórico exboxeador Horacio Accavallo falleció este miércoles a los 87 años. Accavallo se había convertido en campeón mundial mosca de la AMB en 1966, siendo el segundo púgil argentino en alcanzar la máxima conquista después de Pascual Pérez.
El deportista había nacido en Villa Diamante, Lanús, el 14 de octubre de 1934. Pertencía a una familia humilde, a la que su padre mantenía juntando cartones y trapos en los basurales de Villa Soldati. Comenzó a practicar boxeo en los ‘50 como aficionado, hasta que logró ingresar al mundo profesional luego de una extensa carrera. En esa etapa, su primera pelea fue el 21 de septiembre de 1956, cuando derrotó por nocaut técnico en cinco vueltas a Emilio Ávila.
El 1° de marzo de 1966, a sus 31 años, alcanzó la gloria con el título mosca de la AMB al vencer en Tokio al local Katsuyoshi Takayama. Dos años más tarde, el 11 de octubre de 1968, luego de un entrenamiento en el gimnasio del Luna Park, le comunicó a Juan Carlos “Tito” Lectoure su retiro del boxeo porque el cuerpo “ya no respondía”.
Su retiro fue una decisión inesperada, pero al mismo tiempo ejemplar y entendible: Acavallo era hombre sensato y conciente de su realidad. Para entonces, ya había defendido exitosamente el campeonato en tres oportunidades: dos contra el japonés Hiroyuki Ebihara y una frente al mexicano José “Alacrán” Torres.
En su carrera, logró 83 peleas: 75 triunfos (34 ko), dos derrotas y seis empates. Al retirarse, se dedicó al negocio textil, con una red de locales de ropa deportiva bajo el nombre “Accavallo Deportes”.
Cómo fue el histórico triunfo de Accavallo en Tokio
Accavallo se convirtió en el segundo campeón mundial argentino de la historia cuando conquistó el título mosca de la AMB, tras vencer en una decisión mayoritaria en 15 rounds al local Katsuyoshi Takayama, en el Nippon Budokan de Tokio. En la misma ciudad, 11 años antes, el mendocino Pascual Pérez había derrotado al japonés Yoshio Shirai, el 26 de noviembre de 1954.
El popular “Roquiño” llegó a esa pelea titular ante Takayama a los 31 años luego de coronarse campeón argentino y sudamericano, la condición obligada para pelear con los mejores exponentes del universo y tener una oportunidad mundialista.
El combate fue intenso desde el primer momento: no bien sonó la campana, el japonés eludió la tradicional cortesía del saludo y le aplicó un golpe en la cara que le produjo un corte en el pómulo izquierdo. Sin embargo, Accavallo logró dominarlo y ganó por puntos: un juez le dio perdida la pelea (70-71) mientras que los dos restantes hicieron justicia y fallaron a su favor (73-69 y 74-67).
Accavallo nunca fue vencido por un boxeador argentino en su extensa carrera: solo perdió de visitante ante el italiano Salvatore Burruni y el japonés Kiyoshi Tanabe, sin títulos en juego.