La victoria de Barracas Central ante Patronato quedará sin duda como uno de los partidos más polémicos de los últimos años en el fútbol argentino. Luego de dos goles mal anulados al equipo de Paraná y un penal dudoso que le terminó dando la victoria al local, jugadores y cuerpo técnico del rojinegro se enfrentaron con la policía y cinco de ellos (cuatro futbolistas y un entrenador de arqueros) terminaron presos.
Luego del partido, la delegación de Patronato quedó demorada en el vestuario visitante hasta que la Fiscalía especializada en Eventos Masivos y Espectáculos Deportivos, que está a cargo de Celsa Ramírez, ordenó la detención de Juan Barinaga, Matías Pardo, Axel Rodríguez, Justo Giani y Damián González, entrenador de arqueros. Esta mañana quedaron en libertad.
El escándalo entre Boca y Mineiro por los goles anulados
El más reciente de los antecedentes, se dio en la Copa Libertadores del año pasado, El equipo que en ese entonces comandaba Miguel Ángel Russo fue a Brasil tras un 0-0 con polémica por un gol anulado a Diego González. En Brasil, la historia fue parecida. Boca se puso en ventaja con un tanto de Marcelo Weigandt que, nuevamente a instancias del VAR, el árbitro anuló.
Tras los penales, con la eliminación del Xeneize consumada, los futbolistas visitantes se enfrentaron con la policía brasileña. Las autoridades decidieron detener a siete miembros de la delegación de Boca: Marcos Rojo, Sebastián Villa, Javier Gracía, Carlos Zambrano, Jorge Bermúdez, Raúl Cascini y Fernando Gayoso, quien formaba parte del cuerpo técnico de Russo.
El día en que jugadores del Xeneize se pegaron con fotógrafos de Colo Colo
También por Copa Libertadores, pero en 1991, se dio en Chile un escándalo que involucró a jugadores del Xeneize y reporteros gráficos. Boca había ganado por la mínima en La Bombonera, y perdió 3-1 en Chile. La pelea se desató luego de que el equipo chileno anote el tercer gol. Los futbolistas del equipo que dirigía Óscar Washington Tabárez comenzaron una riña contra fotógrafos que se habían metido al campo de juego.
Los reporteros usaron sus cámaras como armas, y el entrenador Xeneize terminó con un corte en la cara. Además, el “Mono” Navarro Montoya, arquero de Boca, fue mordido por uno de los perros de la policía. La delegación visitante pasó la noche en una comisaría y Blas Giunta quedó detenido por agresión, aunque rápidamente obtuvo libertad provisional. Tanto él como Tabárez fueron citados a declarar en un tribunal.
Boca-Sporting Cristal: uno de los episodios más oscuros del fútbol sudamericano
Hace 51 años aconteció una de las batallas campales más violentas de la historia, entre argentinos y peruanos, también por Copa Libertadores. El partido no terminó, pero dejó un saldo de 19 expulsados y varios heridos. Cuando faltaban dos minutos para que concluya el encuentro, que iba 2-2, un supuesto penal no cobrado para Boca desató una pelea sumamente violenta.
El campo de juego se convirtió en un ring donde valía casi todo y donde volaban piñas y patadas por doquier. El hecho terminó con muchos jugadores lastimados, sobre todo Ruben “Chapa” Suñé, jugador Xeneize que fue hospitalizado debido a un corte por el cual le aplicaron siete puntos de sutura.
El “Chavo” Desábato terminó preso en Brasil
El 13 de abril de 2005, Quilmes se enfrentó al San Pablo por la Libertadores, en un partido más que caliente. A los 45 minutos del primer tiempo, el árbitro expulsó al “Chiche” Arano, de Quilmes y Grafite, del conjunto local, por un cruce que terminó con una pelea. Sin embargo, no pasó a mayores y el encuentro terminó con victoria por 3-1 para los paulistas.
Antes de bajar al vestuario, un comisario detuvo a Desábato por “injuria calificada” ante Grafite. El jugador local denunció que el argentino le dijo “negro de m... y macaco”. El defensor de Quilmes quedó detenido en una comisaría, de donde fue liberado recién 40 horas después de la finalización del partido.
Cuando el “Morro” García cayó preso después de un clásico uruguayo
Nacional y Peñarol siempre entregan un espectáculo en sus enfrentamientos, en los que abundan patadas, roces picantes y generalmente alguna pelea. El amistoso que disputaron a comienzos del 2014 no fue la excepción: una patada a la altura del estómago desató una violenta batalla campal que terminó con dos jugadores presos: Santiago “Morro” García y Fabián Estoyanoff.
El ícono de Peñarol y el ya fallecido delantero uruguayo quedaron detenidos y compartieron el mismo calabozo durante siete días, durante los cuales forjaron una relación que perduró. Ambos jugadores no pudieron volver a jugar al fútbol por dos meses como castigo por los disturbios.