Gracias a las lluvias y diluvios de los últimos días en Corrientes, brigadistas y bomberos lograron este lunes controlar todos los focos de incendio, según confirmaron fuentes de Defensa Civil de la provincia.
Desde el inicio de las llamas fueron consumidas 934.238 hectáreas, lo que equivale a casi el 11 por ciento del territorio provincial, estimó el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). De todas formas, el jefe de Operaciones de Defensa Civil, Orlando Bertoni, aseguró a Telam que la situación “está más tranquila y mucho más organizada”.
“Han bajado muchísimo los focos ígneos con las lluvias. Los focos de incendio se encuentran controlados en toda la provincia”, ratificó. Mientras, se esperan los resultados de las imágenes satelitales de la jornada que mostrarán “los efectos de las lluvias importantes del mediodía”.
Por ahora se encuentran controlados los focos ígneos de San Lorenzo, Saladas, Lomas de Vallejo, e Itatí. De todas formas, Bertoni reconoció que no pudieron “desactivar todos los focos todavía porque no hay un amplio margen de lluvia, han caído aproximadamente 30 milímetros y se necesitan entre 50 y 100 milímetros para que el fuego se apague bien”.
Al momento, el 80 por ciento de los incendios rurales en Corrientes fueron extinguidos y los que quedan están “contenidos y controlados”, con excepción de un foco en la zona de los esteros del Iberá, aunque se esperan lluvias en la zona afectada, indicaron fuentes de Defensa Civil de la provincia.
“En principio la lluvia apagó focos que venían activos hace un montón de tiempo, lo sabemos por información de tierra, pero vamos a tener reconfirmación con imágenes satelitales”, manifestó el subdirector de Defensa Civil correntino, Bruno Lovinson, pero aseguró que se esperan más precipitaciones que colaborarán con la desactivación de los focos de incendio.
Ante el panorama positivo que presenta la situación, confirmó que gran parte de los brigadistas “se replegaron y volvieron a sus provincias”. En ese sentido, Lovinson estimó que actualmente están combatiendo los incendios unas 400 personas, más bomberos voluntarios y personal de otras fuerzas, y valoró que en los momentos más difíciles más de 5.000 personas trabajaron en la lucha contra el fuego.