El bullying es una problemática que existe y tiene millones de víctimas. Una pequeña correntina lo vivió en persona allá por 2008, pero se adentró en el mundo de la música para escapar de ello. Lo que Juliana Gallipoliti no se imaginó es que ese talento no sólo la rescataría, sino que también la conduciría a escenarios repletos.
En diálogo con VíaPaís, la cantante de 22 años recordó sus primeros pasos que luego culminaron en una gran carrera profesional que recién empieza. Deslumbró en la final de La Voz Argentina, sorprendió en Canta Conmigo Ahora y dio un show junto a Tini Stoessel, al tiempo en que peleaba contra la ansiedad y el estrés.
La joven, oriunda de Corrientes capital, ya no teme mostrar quién es. Cuando tenía tan solo 8 años fue hostigada por parte de sus compañeros de la escuela, pero decidió transformar esa herida: se adentró en el canto y actualmente busca concientizar sobre esta problemática a sus miles de seguidores.
“Al principio era un hobby, me hacía olvidar de todo. Pero luego, a los 10 años, empecé a cantar profesionalmente”, recordó. Sus padres siempre la apoyaron, algo que la correntina agradece, pues confesó que sin ellos no sería quién es hoy.
A corta edad tomó cursos y talleres de canto, también aprendió actuación e incluso tocó algunos instrumentos, aunque nunca se halló en ninguno de ellos, pues su foco está en la voz. El mundo del arte la atrajo desde siempre, y no puede imaginar su futuro lejos de este.
La Voz Argentina, una experiencia tan emocionante como dura
Cuando Juliana cumplió 18 años y terminó el secundario, se metió de lleno en el reality de Telefe. En aquel entonces vivía con su familia en Corrientes y tuvo que viajar a Ciudad de Buenos Aires para participar del concurso.
Sus tacos la levantaron al escenario y, cuando comenzó a cantar, la primera silla que volteó no tardó ni cinco segundos en hacerlo, mientras ella interpretaba ‘If I ain’t got you’, de Alicia Keys. “Quedé en el equipo de Tini, que la admiraba y la admiro un montón”, comentó.
A pesar de que más de un jurado volteó, Gallipoliti no dudó en ser parte del team de Stoessel, la primera en tocar el botón y apostar por ella. A partir de ahí, se le abrió una puerta que le ofreció nuevos conocimientos, entrenamientos, desafíos, seguidores, fama y mucha presión.
“En ese momento, como había vuelto La Voz Argentina, todos estaban muy pendientes del concurso, entonces nos volvió muy populares. Nos empezaron a seguir en las redes sociales, ¡mis redes sociales explotaron!”, exclamó la cantante, aún sorprendida por la repercusión que tuvo el concurso en su carrera.
Describió esa oportunidad como un paso entre “no tener nada a tener todo”. La inundó de experiencias nuevas que enriquecieron y complementaron su talento. No obstante, también significó cargar con un peso muy grande para una chica de 18 años.
En este sentido, resaltó: “No estaba acostumbrada a tanta exposición de repente. De hecho, comenzaron ahí mis ataques de pánico y empecé a sentir muchísima ansiedad en esa época”. Su salud mental se vio afectada como nunca antes, entonces decidió hacerle frente de inmediato.
Gallipoliti fue finalista en La Voz Argentina 2018
Su voz fue ejercitándose, y sus ataques de pánico fueron controlándose con ayuda profesional y esfuerzo de Juliana. Etapa tras etapa, la correntina siempre era elegida, ya sea por el público como por su coach.
Cada barrera que se puso al frente de ella, no fue suficiente para detenerla. Entonces llegó la final y batalló contra otros tres más, teniendo en cuenta todo el estrés que eso significó. Quedó en cuarto lugar, pero se llevó el aplauso de todo el público y una experiencia que de un cachetazo la hizo crecer.
“Era mucha presión, mucha exposición. Todos estaban pendientes de en qué puesto estabas, cómo cantabas. Aún así, me llevo recuerdos muy lindos, y muchísima gente de ese programa que hoy en día son amigos y todos seguimos en el mismo camino: la música”, señaló. No perdió contacto con los otros participantes, ni con su coach.
Juliana Gallipoliti y Tini Stoessel cantaron juntas en un concierto
En 2019, un año después de su debut en La Voz Argentina, Martina Stoessel se comunicó con ella y la invitó a su concierto. La idea, sin embargo, no fue estar mirándola entre el público, sino participar sobre el escenario junto a ella.
“Cantar con ella en vivo, en su show, y que me haya invitado, para mí fue tocar el cielo con las manos”, describió con una sonrisa enorme, recordando aquel momento. Este show fue clave en su carrera, pues además de darle un empujón, también la ayudó a ganar confianza en sí misma.
El miedo es un enemigo propio que uno mismo debe vencer y siempre está presente. En el caso de Gallipoliti, durante años la persiguió el “qué dirán”. También el temor al fracaso, que le jugaba en contra al momento de sacar o componer una canción nueva.
No obstante, con resiliencia aprendió a superar esos baches. “Todas las cosas que me fueron pasando me hicieron ser quien soy hoy. Miro para atrás y estoy muy orgullosa de lo que he crecido y mejorado, sea mucho o poco”, reconoció.
Juliana Gallipoliti participó en Canta Conmigo Ahora
‘When I was your man’, canción de Bruno Mars, sonó en cada rincón dentro del show conducido por Marcelo Tinelli. Una vez más, la correntina estaba mostrando su talento. Con más calma y experiencia, este año se adentró en un nuevo desafío: Canta Conmigo Ahora.
“Fue completamente diferente porque fui ya con la experiencia anterior de La Voz Argentina, entonces me lo tomé de otra manera. No me importó tanto el ser perfecta, meterme esa presión como en el programa anterior”, expresó.
Acudió al concurso con el afán de divertirse y disfrutar de lo que estaba haciendo. Los asientos frente a ella se tiñeron de amarillo, y si bien no logró continuar, pudo superar un reto más complicado: su miedo al fracaso.
Por ello, argumentó: “Pude disfrutarlo, sentir cada cosa y palabra que decía cantando. Más allá del resultado, me fui re contenta ese día, feliz. Era lo único que quería: estar bien”. Se sintió a gusto con el momento vivido, que sirvió para enriquecer el historial que venía teniendo.
Esta experiencia fue distinta a La Voz Argentina, que la encontró más inexperta, desarmada y joven. Ambas competencias la forjaron, le sumaron, pero en esta oportunidad era un poco más grande y su percepción había cambiado.
Todavía son muchos los temores que tiene, así como las metas que se proyecta. Ni el bullying, ni la ansiedad o los comentarios negativos pudieron detenerla. En este sentido, resaltó la necesidad de hablar de estos temas para que quienes los atraviesan sepan que “hay una salida”.
Entonces, al tiempo en que concientiza sobre estas problemáticas, crece como profesional. Entre tanto, su futuro es incierto: ronda entre el canto y, tal vez, la actuación. Lo único que sabe es que la música la acompañará siempre, como lo hizo en sus primeros años de vida.
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