Los fuertes vientos que azotaron el sábado a la tarde al norte de Corrientes y Chaco, dejaron anécdotas tristes de relatar y ver. Elma Serrano, una vecina del barrio Quilmes, entre las calles Unahue y Hernandarias, recibió una visita inesperada en su jardín: el techo de su vecino, junto con los tirantes que lo sostenían, cayó en la propiedad. Las chapas tenían una largo de más 10 metros.
En el barrio San Antonio, los vientos tiraron abajo el primer piso de una casa. "El tornado se llevó primero el techo y luego toda la pared", contó a época Aldo Borda, un hombre de 34 años. Junto a su mujer y sus tres hijos se salvaron de quedar aplastados porque se refugiaron en la planta baja.
Una escuela del barrio Serantes también se sumó a las catástrofes, ya que un eucalipto gigante destruyó gran parte de la estructura.
A esto se sumaron cientos de barrios que estuvieron más de un día sin luz, debido a la cantidad de postes de luz caídos y cables cortados. "Los operarios de la Dpec no dan abasto, trabajan sin parar desde que se inició la tormenta", explicó a VíaPaís desde el área de prensa de este servicio.
Por este motivo, hubo cortes de tránsito frente a una de las dependencias por Avenida Maipú y por Ruta Nacional Nº12 a metros de la avenida mencionada anteriormente.
Los arreglos por parte de la Municipalidad de Corrientes continúan sin cesar, al igual que de la Dirección Provincial de Energía.