Este lunes se realizó un encuentro clave entre empresarios y referentes de la UTA que logró destrabar el conflicto, por lo que este martes finalmente no se realizó el paro de colectivos.
Además, el mismo día se llevó a cabo una reunión del Sistema Integrado de Movilidad Urbana (SIMU), en la cual se llegó a la decisión de no aumentar la tarifa del transporte público más allá de lo determinado por la ordenanza correspondiente.
De esta manera, se mantendrá el aumento pactado inicialmente: a partir de este jueves, el boleto mínimo pasará de $9,50 a $11.
Según informaron desde el Departamento Ejecutivo Municipal (DEM), acordaron implementar un régimen de compensaciones y pagos de atrasos pendientes de la gestión anterior, para atender al reclamo del sector empresarial de no poder hacer frente a los salarios acordados por las paritarias nacionales.
"Con esa decisión se llegó a un monto determinado, más un fondo compensador gestado a partir de la ordenanza y su modificación. Con eso, se atiende el reclamo del sector empresarial para hacer frente al aumento del 6 por ciento de los meses de enero y febrero. Las empresas aceptaron y definieron la capacidad de hacer frente al porcentaje que reclama la UTA", explicó Jorge Sladek, secretario de Movilidad Urbana y Seguridad Ciudadana municipal, en diálogo con El Litoral.