Ángela Ferreyra es una joven activista de la organización Devenir Diverse. En la tarde de hoy, se encontraba repartiendo módulos alimentarios para personas en situación de vulnerabilidad cuando, en un semáforo, dos mujeres bajaron de un auto y comenzaron a agredirla al grito de “abortera”.
Ferreyra habló con La Voz y precisó que la agresión ocurrió alrededor de las 18, en el último reparto solidario del año. “Iba en mi auto por la calle Maipú y cuando doblo en Santa Rosa veo que un auto empieza a sacar palos por la ventanilla. Yo filme la situación porque me pareció extraña. En el siguiente semáforo se bajó la conductora y me empezó a pegar en la ventanilla de mi auto con un palo y a gritarme insultos irreproducibles, a decirme abortera”, comenzó explicando.
Y continúa: “Todo el mundo les tocaba bocina yo les hacía seña de que sigan, que iba a llamar a la policía. La mujer me amenazaba porque yo había sacado fotos. Eran dos mujeres de contextura física grande las que me atacaban. Empezaron a pegar con palos por todo el auto hasta que empezó a llegar gente y como yo gritaba y pedía ayuda, se fueron”.
La activista se quejó de la situación asegurando: “fue una agresión por tener un pañuelo verte colgado en el espejo retrovisor del auto. La gente que supuestamente defiende las dos vidas, baja a moler a palos a las que pensamos diferente”. A raíz de esto, la joven ya realizó la denuncia a la Unidad Judicial para que se investigue este hecho de violencia urbana e intolerancia.
“El mensaje es que no tenemos miedo. Vamos a denunciar cada acto vandálico, cada agresión. Estamos comprometidas con los derechos de las mujeres y de las disidencias así que vamos a seguir luchando para que estas cosas no vuelvan a ocurrir y se respeten los derechos en un país democracito como el nuestro”, cerró Ferreyra.