Vecinos de calle Ituzaingó al 1.200 de barrio Nueva Córdoba temen por el desmoronamiento de unas viviendas que llevan meses apuntaladas y que ya presentan grietas y graves problemas edilicios.
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“Hay un agrietamiento en los primeros pisos. En cualquier momento se van a reventar los vidrios”, declaró Mónica, administradora de un edificio, a El Show del Lagarto.
“Se hizo la presentación en Aguas Cordobeses y en la Municipalidad. Aún no tenemos respuestas. Nosotros no podemos romper y hacer los peritajes, eso lo tienen que hacer las entidades que corresponden”, explicó la mujer.
La situación lleva varios meses y hay preocupación en los inquilinos que reconocen sentir ruidos y que notaron que algunas puertas o ventanas no se pueden cerrar.
“El suelo está cediendo. El 6 de junio el ruido en las paredes me despertó y no me pude volver a dormir”, aseguró Mayra, una de las jóvenes que vive en el edificio.
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“Socavamiento hay seguro, porque sino el inmueble no se hubiera dañado. Hemos tenido un caso muy similar hace años acá a dos cuadras. El suelo firme en esta zona está casi a 18 metros de profundidad. Estas propiedades más viejas, con cimientos muy buenos, no llegan a esa profundidad como el edificio”, afirmó Pablo Loza, abogado de los dueños de la casa que está apuntalada.
“Hay que ver cómo está hundida la vereda. Acá algo pasa y falta respuesta. Todas las veredas están inclinadas. Esto es humedad. No es otra cosa”, concluyó.